Tendemos a leer frecuentemente los libros que personalmente nos interesan más mientras descuidamos porciones importantes de La Biblia. Al leer La Biblia sistemáticamente, uno se estará exponiendo al consejo de Dios. La Biblia es la revelación de Dios a nosotros (2 Tim 3:15-16). Es fácil leer toda La Biblia en un año, cualquier persona lo puede hacer. Si lo haces todos los años de tu vida, leerás La Biblia muchas veces.
Ora al leer todos los días pidiendo que Dios te ilumine con Su Espíritu. Entender la Palabra de Dios y ser santificado por ella es la obra de Dios—dependemos totalmente de Su gracia para crecer.
Lee con libreta en mano y escribe cualquier duda que tengas. Luego, investígalo y consulta con tus amigos cristianos o pastores y pregúntales lo que opinan al respecto.
Aprende usar algunas herramientas de estudio, como Biblias de estudio, referencias cruzadas, comentarios, diccionarios, léxicos, etc. Investiga los temas que te interesan.
Hemos selecciona los libros en particular para estudiar a fondo cada día. Después de leer la porción del plan que te toca para el día, pasa un tiempo estudiándola. Léela una y otra vez, toma apuntes, lee comentarios expositivos sobre los libros, y estúdialos lo más profundo que puedas. Medita en sus palabras, y ora. Dios te iluminará con Su Espíritu
