Una inolvidable interpretación silenciosa de la vida de Judas se encuentra en la magnífica catedral de Washington, la capital de los Estados Unidos. La barra de oración que divide la congregación del área del altar está sostenida por doce estatuas de madera. Estas estatuas —seis a cada lado de la nave exaltada— fueron labradas por expertos artífices para describir las vidas de los doce discípulos de Jesús. Cada hermosa entalladura de madera contiene algún detalle que identifica a ese discípulo en particular.
Cuando uno llega al lugar donde Judas es descrito, uno ve solamente un fuste de madera limpio y sin tallar. Esta fue una manera del artista de declarar que Judas es el personaje rígido y sin terminar entre los discípulos.
El pecado puede dejamos como personas separadas de Dios, rígidas y sin concluir.