He aquí, en las palmas de mis manos, te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí. Isaías 49:16
Durante la secundaria conocí a jóvenes a quienes hoy día les profeso gran amor y cariño pero, no dejaré por fuera a quienes no fueron tan cercanos… a esos les guardo gran respeto. Te preguntarás ¿por qué? Mi respuesta es muy sencilla: Todos vivimos una misma gran experiencia juntos.
Recuerdo que durante mi ultimo año de estudio en la Eugenio María de Hostos en Mayagüez (1963 ) no habia un solo estudiante de grado 11 que no imaginara como se vería su nombre en el diploma de Cuarto Año y la verdad no fue nada comparado con el hecho de verlo escrito al recibir grado el 28 de julio de ese mismo año. Pienso que esa sensación la habrán experimentado nuevamente los que hoy día son Ingenieros, Publicistas, Arquitectos, Doctores etc. Esa emoción la vivo personalmente cada vez que me dan un Diploma o un Certificado de Mérito con mi nombre escrito, es más recuerdo que a mis dibujos y murales y mis caricaturas les colocaba mi nombre en un lugar especial, con el fin de que las personas que vieran mi nombre admiraran mi trabajo.
Tal vez, tu nombre no haya salido en los diarios, radio y mucho menos por televisión; Puede que nuestros nombres no estén en un mural en el sitio más popular de nuestra ciudad y mucho menos en la mente de alguna persona famosa como un cantante, director de cine, deportista, artista etc pero déjame decirte algo importante: Tu nombre al igual que el mío, está esculpido en un lugar muy especial y creo mi buen amigo que no lo has tenido en cuenta… La mano de Dios, y esto debe serte un recuerdo muy valioso… Tal vez personas famosas sí conozcan tu nombre, pero estoy seguro de que no tendrán tu nombre esculpido en sus manos; así que sé feliz, recuerda que Dios te ama y nunca pero nunca se olvida de ti, siempre te llamará por tu nombre, porque lo lleva en sus heridas en las manos cuando pagó por ti y tus pecados.