1 de Crónicas 7:39 Los hijos de Ula: Ara, Haniel y Rezia.
1 de Crónicas 7:40 Todos estos fueron hijos de Aser, cabezas de familias paternas, escogidos, esforzados, jefes de príncipes. Al ser contados, según los registros de sus genealogías, eran veintiséis mil hombres los que podían tomar las armas.
Descendientes de Isacar
Se ha visto ya repetidas veces que al Cronista le interesaba sobremanera el sur de Israel, ya que allí se encontraba el lugar en donde David establecería su capital. Además, allí estaría centrado el culto en el templo. Todas las tradiciones importantes para el Cronista se centran en el sur. Es por esto que se extraña un poco que en los capítulos 7 y 8 el Cronista se dedique a dar las genealogías de las tribus en el norte. Es más, la potencia militar nunca ha sido impresionante para el escritor bíblico, y sin embargo en estos capítulos se recalca la fuerza militar de estas tribus norteñas. Un erudito por lo menos (Clyde Francisco) postula que posiblemente el Cronista quiere demostrar históricamente que la fuerza militar no es la medida de grandeza sino sólo la fuerza espiritual mediante el culto. Esto se aprecia, sobre todo, cuando se contempla que la destrucción total del Reino del Norte para el Cronista ya era historia antigua.
Los textos abordados ahora deben compararse con Numeros 26:23-25 y Genesis 46:13. Estas son las fuentes bíblicas del Cronista. Pero también aparentemente tenía acceso a un censo militar extrabíblico; de éste sacaba muchos de los detalles. En efecto esta sección es el censo militar pero con formato genealógico.
Se notan algunas discrepancias con respecto al número de guerreros entre estos textos y sus fuentes bíblicas. El Cronista nos da un total de 87.000 guerreros en la tribu de Isacar, mientras Números 1 nos da un total de 54.400 y Números 26 suma el total en 64.300. ¿Por qué las discrepancias en cifras? La respuesta más fácil es que la fuente extrabíblica del Cronista le conduciría a esas cifras. Otros dirían que motivos teológicos aludidos arriba lo llevarían a aumentar el número para enfatizar la poca importancia de la fuerza militar.