Hageo fue profeta en Judá aproximadamente en 520 a.C. después del regreso de los cautivos. Fue contemporáneo de Zacarías (520-480)
El pueblo de Judá había estado cautivo en Babilonia en el 586 a.C. y Jerusalén y el Templo habían sido destruidos. Bajo el gobierno de Ciro, rey de Persia, se les permitió a los judíos regresar a Judá y reconstruir el templo.
El pueblo regresó a Jerusalén para comenzar la reconstrucción del templo, pero nunca lo terminó. El mensaje de Hageo alienta al pueblo para que termine la reconstrucción del templo de Dios.
La reconstrucción del templo estaba a medias mientras que el pueblo vivía en casas hermosas. Hageo advirtió al pueblo que no pusieran sus posesiones y trabajos antes que Dios. Debemos poner a Dios en el primer lugar de nuestra vida.
Hag 1:1 En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo(A) a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo:
La fecha que con toda precisión se ofrece sobre el año en que Hageo recibió el mensaje de Dios, ubica el ministerio del profeta entre quienes retornaron del exilio durante un período de cuatro meses en el 520 a.C. El mensaje viene del Señor por medio de Hageo a Zorobabel y Josué , y está dirigido a todo el pueblo, y llama a una colaboración entre el liderazgo profético, el sacerdocio y el liderazgo político, teniendo en cuenta que la voluntad de Dios se cumple en su pueblo.
Zorobabel, gobernador de Judá y Josué, el sumo sacerdote, eran los principales líderes en la reconstrucción del templo. Ya habían vuelto a levantar el altar, pero la obra se había retrasado. Hageo envió una carta de aliento a estos líderes sobresalientes.
Hag 1:2 Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.
La designación favorita de Hageo cuando se refiere a Dios es Jehová de los ejércitos , que aparece 14 veces en este breve libro. Puede que se trate de «ejércitos» de «ángeles», de «estrellas» o de «los ejércitos de Israel», y se usa por el profeta para destacar la grandeza y el poder de Dios. Este pueblo dice : Así queda preparado el escenario para presentar la disputa de Dios contra el pueblo de Jerusalén.
Hageo quería alentar al pueblo para que terminara la reconstrucción del templo. La oposición de los vecinos hostiles provocaron que el pueblo se sintiera desalentado, que se olvidara del templo y que se olvidara de Dios. Sin embargo, el mensaje de Hageo los tocó y los motivó para que volvieran a tomar sus herramientas y continuaran la obra que habían comenzado.
Hag 1:3 Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:
Hag 1:4 ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?
Casas artesonadas : El pueblo, aunque negligente en la construcción del templo, embelleció sus propias casas cubriendo las paredes con costosos paneles, como en el templo de Salomón, donde «todo era cedro; ninguna piedra se veía»
Dios preguntó a su pueblo, «¿Cómo pueden vivir en el lujo cuando mi casa está en ruinas?» El templo era un símbolo de la relación de Judá con Dios, sin embargo todavía permanecía sin terminar. Mientras más arduamente el pueblo trabajaba para sí mismo, menos tenía, porque ignoraba su vida espiritual. Lo mismo nos ocurre a nosotros. Si colocamos a Dios en el primer lugar, El suplirá nuestras necesidades más profundas. Si lo colocamos en cualquier otro lugar, todos nuestros esfuerzos serán fútiles. Si usted se preocupa sólo por sus necesidades físicas mientras que ignora su relación con Dios lo llevará a la ruina.