Jeremías 12:1 Queja de Jeremías y respuesta de Dios. Justo eres tú, Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los malvados y les va bien a todos los que se portan deslealmente?[a]
El segundo de los lamentos de Jeremías. La prosperidad de los impíos disgusta a Jeremías y demanda que sean castigados. Dios le reprocha por su impaciencia y le dice que la presente situación constituye un mero preludio de lo que vendrá después.
Prosperado el camino de los impíos : La cuestión de la prosperidad de los impíos (por qué Dios no actúa contra ellos) es un tema popular. No se ofrece una respuesta definitiva, pero siempre queda claro que Dios mantiene todas las cosas bajo control. Al final, los impíos perecerán, y la justicia de Dios será vindicada. La actitud de los creyentes debe ser dejarlo todo en manos de Dios, especialmente sus propias vidas.
Jeremías 12:2 Los plantaste, y echaron raíces; crecieron, y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones.[b]
Jeremías 12:3 Pero tú, Jehová, me conoces;[c] me viste y has probado mi corazón para contigo. ¡Arrebátalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza!
Jeremías 12:4 ¿Hasta cuándo[d] estará desierta la tierra y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran han perecido los ganados y las aves,[e] pues dijeron: «No verá Dios nuestro fin».[f]
Jeremías 12:5 [g]«Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán?[h]
Dios advierte a Jeremías que sus problemas aumentarán.
Jeremías 12:6 Aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos gritaron en pos de ti.[i] No confíes en ellos, aunque te digan cosas buenas.[j]
Muchos han preguntado: «¿Por qué es prosperado el camino de los impíos?». Jeremías sabía que al final llegaría la justicia de Dios, pero El se impacientaba debido a que quería que la justicia llegara pronto. Dios no da una respuesta doctrinal, en vez de eso nos hace un desafío: Si Jeremías no pudo resolver esto, ¿cómo enfrentaría las injusticias venideras? Es natural que demandemos un juego justo y que clamemos por justicia en contra de los que se aprovechan de los demás. Pero cuando pidamos justicia, debemos darnos cuenta que nosotros mismos estaremos en grandes dificultades si Dios nos da a cada uno lo que realmente merecemos.
La vida fue sumamente difícil para Jeremías a pesar de su amor y obediencia a Dios. Cuando clamó a El para que le diera alivio, su respuesta en efecto fue: «Si tú crees que esto es malo, ¿cómo te las arreglarás cuando esto se vuelva realmente difícil?» No todas las respuestas de Dios a la oración son agradables ni fáciles de aceptar. Cualquier cristiano que ha experimentado una guerra, dolor o enfermedad seria lo sabe. Sin embargo, debemos estar comprometidos a Dios aun cuando los tiempos se vuelvan difíciles y cuando sus respuestas a nuestras oraciones no nos den un alivio inmediato.
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