Salmo 73:1 Salmo de Asaf. Ciertamente Dios es bueno para con Israel, para con los de puro corazón.
Asaf era el líder de uno de los coros levíticos de David. Compiló los Salmos 73-83, pero quizás no los escribió todos. En este salmo Asaf explica que hasta que no entró en el santuario de Dios, no comprendió dónde estaba la justicia al permitir que el malvado prosperara mientras que el recto pasara penurias. Sin embargo, cuando vio que un día se haría justicia, reconoció la sabiduría de Dios.
Salmo 73:2 En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos.
No obstante, estos dos temas finalizan de una manera sorprendente ya que la riqueza del impío pierde de repente su poder en el momento de la muerte y las recompensas del bueno sin pensarlo adquieren un valor eterno. Lo que parecía riqueza, ahora es desperdicio, y lo que parecía no valer la pena, ahora perdura para siempre. No desee ocupar el lugar de los impíos para obtener su riqueza. Algún día ellos desearán tener el suyo y poseer su riqueza eterna.
Salmo 73:3 Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos.
Salmo 73:4 Porque no hay dolores en su muerte, y su cuerpo es robusto.
Congojas : La amargura a veces impide que la mente piense con claridad y conduce a precipitadas generalizaciones que no son completamente exactas, como la que aquí aparece.
Salmo 73:5 No sufren penalidades como los mortales, ni son azotados como los demás hombres.
Salmo 73:6 Por tanto, el orgullo es su collar; el manto de la violencia los cubre.
Salmo 73:7 Los ojos se les saltan de gordura; se desborda su corazón con sus antojos.
Salmo 73:8 Se mofan, y con maldad hablan de opresión; hablan desde su encumbrada posición.
Salmo 73:9 Contra el cielo han puesto su boca, y su lengua se pasea por la tierra.
Salmo 73:10 Por eso el pueblo de Dios vuelve a este lugar, y beben las aguas de la abundancia.
Salmo 73:11 Y dicen: ¿Cómo lo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?
Salmo 73:12 He aquí, estos son los impíos, y, siempre desahogados, han aumentado sus riquezas.
Salmo 73:13 Ciertamente en vano he guardado puro mi corazón y lavado mis manos en inocencia;
Salmo 73:14 pues he sido azotado todo el día y castigado cada mañana.
Salmo 73:15 Si yo hubiera dicho: Así hablaré, he aquí, habría traicionado a la generación de tus hijos.