Jeremías 11:1 El pacto violado[a]. Palabra que vino de Jehová a Jeremías, diciendo:
El fracaso del pueblo de Judá en mantener las estipulaciones del pacto conduce a su exilio. Esta sección es autobiográfica por su estilo y consiste básicamente de una conversación entre Dios y Jeremías.
Dios prescribe a Jeremías a que pregone las palabras del pacto en las calles de Jerusalén y exhorta al pueblo a ponerlas por obra. Sus padres no escucharon, aunque Dios los exhortó una y otra vez. Como resultado de la desobediencia, Dios hará que la penalidad contemplada en el pacto caiga sobre ellos.
Esta sección corresponde al pacto quebrantado, una reprensión para los que volvieron a la idolatría después de la reforma del rey Josías. La reprimenda de Jeremías provocó una amenaza en contra de su vida por sus conciudadanos. Mientras sufría, Jeremías ponderó la prosperidad de los malvados. Al concluir con estas palabras, empleó un cinto de lino podrido y tinajas de vino como lecciones objetivas del juicio de Dios que vendría.
Jeremías 11:2 «Oíd las palabras de este pacto, y hablad a todo hombre de Judá y a todo habitante de Jerusalén.[b]
Jeremías 11:3 Decidles que así ha dicho Jehová, Dios de Israel: “Maldito[c] el que no obedezca las palabras de este pacto,[d]
Maldito el varón : Véase Deuteronomio 27:15-26, donde aparece al inicio de cada versículo la frase «maldito el hombre». De acuerdo con Deuteronomio 28, los que diligentemente obedecen los mandamientos reciben bendiciones, y la maldición viene sobre aquellos que no obedecen.
Jeremías 11:4 el cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Oíd mi voz y cumplid mis palabras conforme a todo lo que os mando. Entonces vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.[e]
Jeremías 11:5 Así confirmaré el juramento que hice a vuestros padres, que les daría la tierra que fluye leche y miel,[f] como en este día”». Yo respondí y dije: «¡Amén, Jehová!».
Jeremías 11:6 Jehová me dijo: «Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: “Oíd las palabras de este pacto y ponedlas por obra.
Jeremías 11:7 Porque solemnemente advertí a vuestros padres el día que los hice subir de la tierra de Egipto, amonestándolos sin cesar, desde el principio hasta el día de hoy, diciendo: ¡Escuchad mi voz!
Jeremías 11:8 Pero no escucharon ni inclinaron su oído; antes bien, se fueron cada uno tras la imaginación de su malvado corazón. Por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumplieran, y no cumplieron”».
Jeremías 11:9 Me dijo Jehová: «Conspiración se ha hallado entre los hombres de Judá y entre los habitantes de Jerusalén.
Conspiración : Alude probablemente a la oposición que se levantó contra la reforma de Josías.
Jeremías 11:10 Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras y se fueron tras dioses ajenos para servirlos. La casa de Israel y la casa de Judá quebrantaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres.
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