Nehemías 5:1 Entonces hubo gran clamor[a] del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos.
Una crisis económica se había desatado antes del arribo de Nehemías. La hambruna, junto con la exigencia del pago de impuestos, había llevado a muchas familias a la ruina. La presencia de Nehemías fortaleció la disposición de clamar por justicia. Los pobres habían encontrado a un campeón para defender su causa. Un extremadamente enojado Nehemías se dispuso a enmendar los abusos, lo cual dio lugar a la reforma de la política económica y a la rectificación de los errores del pasado.
¿Quiénes eran estos judíos contra los que había personas resentidas y amargadas? O bien eran
(1) judíos que se habían enriquecido en el cautiverio y que habían traído su riqueza a Jerusalén, o
(2) descendientes de los judíos que habían llegado casi un siglo antes durante el primer regreso bajo el liderazgo de Zorobabel y habían establecido negocios lucrativos.
Nehemías 5:2 Había quien decía: «Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos; por tanto, hemos pedido prestado grano para comer y vivir».
Nehemías 5:3 Y había quienes decían: «Hemos empeñado nuestras tierras, nuestras viñas y nuestras casas, para comprar grano, a causa del hambre».
Nehemías 5:4 Otros decían: «Hemos tomado prestado dinero sobre nuestras tierras y viñas para el tributo del rey.
Nehemías 5:5 Ahora bien, nosotros y nuestros hermanos somos de una misma carne, y nuestros hijos son como sus hijos; sin embargo, nosotros tuvimos que entregar nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre, y algunas de nuestras hijas son ya esclavas, y no podemos rescatarlas porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros».[b]
Nehemías 5:6 Cuando oí su clamor y estas palabras, me enojé mucho.
Nehemías 5:7 Después de meditarlo bien, reprendí a los nobles y a los oficiales. Y les dije: ¿Exigís interés a vuestros hermanos? Además, convoqué contra ellos una gran asamblea,
Muchos de los desterrados que regresaron estaban sufriendo a manos de algunos de sus compatriotas ricos. Estas personas prestaban grandes sumas de dinero. Luego, cuando los deudores se atrasaban en un pago, tomaban sus campos. Sin fuentes de ingreso, los deudores se veían forzados a vender a sus hijos como esclavos, una costumbre común en esa época. Nehemías estaba enojado con aquellos judíos que estaban aprovechándose de su propio pueblo para enriquecerse. Usura es el cobro excesivo de intereses. Estas prácticas violaban la ley
Nehemías 5:8 y les dije:[c] –Nosotros, según nuestras posibilidades, rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y ahora sois vosotros los que vendéis aun a vuestros hermanos, para que nosotros tengamos que rescatarlos de nuevo? Y callaron, pues no tuvieron qué responder.
Nehemías 5:9 Y yo añadí: –No es bueno lo que hacéis. ¿No deberíais andar en el temor de nuestro Dios, para no ser objeto de burla de las naciones enemigas nuestras?
El interés de Dios en los pobres se revela en casi todos los libros de la Biblia. Aquí, Nehemías insiste en que la justicia hacia el pobre y hacia el oprimido es importante para seguir a Dios. Los libros de Moisés detallaban con claridad la responsabilidad de los israelitas de ocuparse de los pobres. La forma en la que ayudamos a los necesitados debe reflejar el amor y la preocupación de Dios.
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