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Números 29: La ofrenda en la fiesta de Trompetas

Núm 29:30 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;

Núm 29:31 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, su ofrenda y su libación.

Núm 29:32 El séptimo día, siete becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;

Núm 29:33 y sus ofrendas y sus libaciones con los becerros, con los carneros y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;

Núm 29:34 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, con su ofrenda y su libación.

Núm 29:35 El octavo día tendréis solemnidad; ninguna obra de siervos haréis.

Núm 29:36 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida de olor grato a Jehová, un becerro, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;

Núm 29:37 sus ofrendas y sus libaciones con el becerro, con el carnero y con los corderos, según el número de ellos, conforme a la ley;

Núm 29:38 y un macho cabrío por expiación, además del holocausto continuo, con su ofrenda y su libación.

Núm 29:39 Estas cosas ofreceréis a Jehová en vuestras fiestas solemnes, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas voluntarias, para vuestros holocaustos, y para vuestras ofrendas, y para vuestras libaciones, y para vuestras ofrendas de paz.

La Fiesta de los Tabernáculos conmemoraba la peregrinación de Israel por el desierto y el fin de la cosecha. Su observancia comenzaba el quince de «Ethanim» (septiembre). Se celebraba una asamblea solemne el primero y el octavo días, y los israelitas se cobijaban en cabañas con techo de palmas para conmemorar aquella peregrinación. También recibía el nombre de Fiesta de las Cabañas.

Núm 29:40 Y Moisés dijo a los hijos de Israel conforme a todo lo que Jehová le había mandado.

La ofrenda en la fiesta de Trompetas.

El mes séptimo era especialmente sagrado porque abarca el día de la Expiación y la fiesta de Tabernáculos. Entonces el primero del mes séptimo era un día especial, aún más que los otros días de la luna nueva. Se celebraba con el toque de las trompetas para anunciar el comienzo de un nuevo año. (Aunque el año religioso empezaba en la primavera con el mes de Nisán, el año agrícola empezaba en el otoño con este mes.) En la fiesta de Trompetas había que ofrecer un novillo, un carnero y siete corderos, más un macho cabrío como ofrenda por el pecado.

La ofrenda en el día de la Expiación.

El diez del mes séptimo era un día de ayuno y arrepentimiento por los pecados. Había que ofrecer en holocausto un novillo, un carnero y siete corderos, más un macho cabrío por el pecado. Otro macho cabrío era presentado como sacrificio por el pecado para la expiación. Ver la descripción detallada del procedimiento en el día de la Expiación en Levítico 16.

La ofrenda en la fiesta de los Tabernácuos

Esta fiesta se llamaba también la fiesta de las Cabañas porque el pueblo había de pasar siete días en cabañas o enramadas para recordar el cuidado de Jehovah a favor del pueblo durante los años en el desierto. Era también una fiesta gozosa para celebrar la vendimia. Por eso, su celebración incluía el sacrificio de grandes cantidades de animales como señal del agradecimiento del pueblo por la cosecha y por la misericordia de Dios. El primer día de la fiesta ofrecieron trece novillos, dos carneros y catorce corderos, con un macho cabrío como ofrenda por el pecado. En los días dos al siete de la fiesta ofrecieron un novillo menos cada día, pero la misma cantidad de carneros y corderos, y el macho cabrío cada día por el pecado. El día octavo era observado con una asamblea sagrada. Ese día, ofrecieron un novillo, un carnero y siete corderos, con el macho cabrío por el pecado.

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