Sal 131:1 Cántico de ascenso gradual; de David. Señor, mi corazón no es soberbio, ni mis ojos altivos; no ando tras las grandezas, ni en cosas demasiado difíciles para mí;
No . . . se enaltecieron : Esta actitud humilde es destacada por Pablo. La única descripción que Jesús hizo de sí mismo, como alguien «manso y humilde de corazón», aparece en Mateo 11:29.
Sal 131:2 sino que he calmado y acallado mi alma; como niño destetado en el regazo de su madre, como niño destetado reposa en mí mi alma.
Al reino de Dios, que es básicamente justicia, paz y gozo, puede entrar un niño confiado e ingenuo; de hecho, sólo alguien que sea como un niño. El envanecimiento es el resultado de sobreestimarnos y subestimar a los demás. También nos lleva al desasosiego porque nos sentimos insatisfechos con lo que tenemos y preocupados por lo que los demás tienen. La vanidad nos mantiene hambrientos por más atención y más adoración. En contraste, la humildad coloca a los demás en primer lugar y nos alegra que Dios dirija nuestra vida. Ese contentamiento nos da seguridad y hace que ya no necesitemos probarnos ante otros. Permita que la humildad y la confianza impacten la perspectiva de su vida y le dé fortaleza y libertad para servir a Dios y a los demás.
Sal 131:3 Espera, oh Israel, en el SEÑOR, desde ahora y para siempre.
Suplica individual. Oracion de confianza
Los 15 cantos de ascenso gradual presentan una variedad de temas; esto indica qué importante es el culto de adoración para la enseñanza al pueblo. En este breve, pero bello Salmo, el salmista exhibe una actitud que loaba Jesús, el espíritu humilde como de un niño. Normalmente, si uno proclama su propia humildad, la pierde en el proceso. Pero el salmista aquí lo hace de manera dócil y humilde en conversación con Dios. Algunos piensan que David lo escribió; otros que es tardío, escrito en honor a David. Ciertamente exhibe la humildad de corazón que fue típica de David.
La humildad y descanso en Jehová
Lo que expresa el salmista es lo opuesto al orgullo y la arrogancia. El corazón orgulloso produce ojos que se han enaltecido y la arrogancia también viene del orgullo. El cristiano que quiere glorificar a Dios no busca su propia grandeza.
El versículo 2 presenta una linda figura del niño; al ser destetado puede sentir angustia; pero siente paz de nuevo cuando descansa en los brazos de su madre. Algo semejante sucede al nuevo creyente en Cristo; cuando pasan los primeros éxtasis de su nueva vida en Cristo y tiene que aprender a vivir por fe, puede experimentar dudas y angustias. Entonces encuentra su seguridad en descansar en Dios y aceptar por fe lo que Dios dice de su posición en Cristo.
Esperanza
Después de este mensaje de humildad y descanso en el Señor, el salmista exhorta al pueblo a que espere en Jehová continuamente. Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes. Este es el secreto de conocer a Dios y ser instrumento de su bendición a otros.