Jesús estaba acostumbrado a ir a orar al Monte de los Olivos,a un lugar llamado Getsemaní que significa en arameo lugar de aceite. Era un huerto de olivos frente a Jerusalén. Va con sus discípulos y les pide “Sentaos aquí,voy a orar.”
Señala la palabra que Jesús estaba muy cerca de ellos, tan cerca como a un tiro de piedra. Jesús les dice una frase que marca el inicio hacía el Calvario “Mi alma está muy triste hasta la muerte, quedaos aquí y velad.”Le pide a los que caminaron con Él, a los que le escucharon,a los que presenciaron sus milagros,velen,estén atentos,vigilen.”Jesús deseaba la compañía consoladora de sus amigos. Se los dijo” Estoy triste hasta la muerte.”
¿Qué hubieses hecho tu? ¿Qué haces cuando alguien llora y necesita consuelo?
Los discípulos se durmieron mientras Jesús agonizaba de dolor en oración al Padre
”Pasa este vaso de mí,no como yo quiero,sino como tu quieras.”Grandes gotas de llanto caían como gotas de sangre sobre la tierra.
Él sólo les pidió mantenerse despiertos,pero se durmieron. La obediencia de Jesús al Padre es crucial y determinante en el Monte de los Olivos. Nosotros con frecuencia pedimos dirección divina cuando esperamos la respuesta a nuestros problemas;pero si no es lo que deseamos hacemos lo que queremos.
Muchas veces llega el fracaso porque no buscamos la dirección de Dios. Y pregunto, sólo pregunto ¿Para qué solicitar que Dios nos de su dirección,si vamos a hacer lo que queremos y no podemos esperar?
Todos de alguna manera hemos tenido un Getsemaní. Hemos llorado y clamado porque no tenemos solución a nuestros problemas.
Jesús les había dado una orden de velar y no dormirse. Va a ellos por tres veces y los encuentra durmiendo. ¿No pueden velar ni una hora? “Velad y orar para que no caigais en tentación.”
Si lo tomas a la inversa diría si no velan ni oran caen en tentación. Los días que estamos viviendo son difíciles: crímenes, divorcio, maltrato de menores, violencia de género, guerras, falta de alimentos, problemas raciales. Jesús nos da la receta para tener paz en medio de la tormenta ”Velad y orad” Vamos a detenernos bajo la sombra de esa Cruz y mirando al que dio su vida por ti y por mí comencemos a velar y a orar para no caer en tentación. Así Dios nos ayude!