Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos. Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca. Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Salmos 95:1-7
Alabanza Acción de glorificar, ensalzar y bendecir a Dios en agradecimiento por lo que ha hecho en nosotros con salmos, himnos, cántico nuevo, música y danza. La alabanza es una de las manifestaciones a las que la Biblia invita con frecuencia. La Biblia nos enseña que todo lo creado existe para alabanza y gloria del Creador (Salmo 148).
La alabanza es una manifestación del alma debido a que se produce en nuestra mente y emociones. Resulta con naturalidad por agradecimiento a Dios por todos los beneficios recibidos.
Adoración Acción de reverenciar y honrar a Dios con el servicio que le es debido como ser supremo. Primordialmente significa postrarse.
El hombre, corona máxima de la creación, fue creado para adorar. Adoración en espíritu y en verdad. Juan 4:23-24 dice: 23Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Adorar en espíritu significa adorar de acuerdo con la verdadera naturaleza de Dios, y en el poder de comunión que da el Espíritu Santo. Adorar en verdad significa adorar a Dios de acuerdo con la relación que Él ha dado en gracia de sí mismo.
En el Salmo 65:1 dice: Tuya es la alabanza en Sión, oh Dios. Para Él es la gloria, la honra y todo nuestro ser. Isaías 43:7 dice: … para gloria mía los he creado, los formé y los hice. Dios nos ha creado con el propósito de glorificarle, para vivir en plena comunión con Él.
Recordemos que fue a Lucifer a quien se le dio originalmente el privilegio de glorificar a Dios en todo momento. Ezequiel 28:12-15 dice: 12Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 13En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisolito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. 14Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
Al ser Lucifer echado fuera del cielo su puesto quedó vacante. De esta forma Dios crea al hombre para que ejerza la función que ocupaba Lucifer. (Isaías 43:7) Además de que nos creó, se entregó Él mismo por nosotros. Filipenses 2:5-11 dice: 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Esto demuestra que somos doblemente suyos. Esto es otra razón para brindarle alabanza y adoración a Dios. Dice 1 Corintios 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
La Biblia da ordenes específicas de cómo debe ser nuestra alabanza. El Salmo 9:1 dice: Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón. Es decir que si alabamos a Dios debe ser sinceramente, no de labios para afuera. Debemos alabar consientes de lo que estamos haciendo. El Salmo 47:7 dice: Porque Dios es el Rey de toda la tierra, cantad con inteligencia. Si cantamos gozo tiene que ser con gozo. Sofonías 3:14-17 dice: Canta, oh hija de Sión; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sión, no se debiliten tus manos. 17Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. Estos son versículos bien interesantes, porque dicen y confirman una y otra vez que la alabanza debe ser con alegría, con júbilo, y explica que debe ser así porque Dios ha retirado sus juicios que tenía sobre nosotros.
Mayor aún, dice que Dios se alegra y canta. Esto es contrario a lo que muchos hombres han enseñado acerca de Dios, de que Dios es un ser extremadamente serio y confunden el término reverencia (que significa respeto) con miedo (que significa perturbación angustiosa del ánimo por un peligro real o imaginario). Esta confusión creada por el hombre a causado que se tome una actitud hacia Dios de alejamiento a su presencia, pensando que Dios solo sirve para derramar juicio sobre su tierra y sus hijos. Esto no es lo correcto sino que Dios sí se interesa por nosotros y nos invita a estar en comunión con Él.
1 Corintios 1:9 dice: Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. La vida cristiana no debe ser una vida pesada y mucho menos aburrida. Sino gozosa, porque Él nos salvó y nos regala esa salvación.
Enseñanzas bíblicas sobre la alabanza y adoración
El Señor nos invita a presentar sacrificio y alabanzas en su casa. 1 Crónicas 29:31 dice: Vosotros os habéis consagrado ahora a Jehová; acercaos, pues, y presentad sacrificios y alabanzas en la casa de Jehová. Su palabra dice que Él será honrado si le presentamos sacrificios de alabanza. El que sacrifica alabanza me honrará (Salmos 50:23).
Una de las cosas que le gusta más al cristiano renovado es estar en la presencia de Dios. La Biblia nos enseña que para llegar a su presencia es necesario e indispensable una actitud de alabanza. Salmos 95:2 dice: Lleguemos ante su presencia con alabanza, aclamémosle con cánticos.
Sabemos que fuimos creados con el propósito de adorarle y alabarle. Esta función la tendremos para siempre. Aquí en la tierra solo estamos ensayando lo que haremos eternamente en el cielo. Alabaremos a Dios porque él es grande. Salmos 145.2-3 dice: Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. 3Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable.
Somos llamados a cantarle al Señor. En los salmos el Señor nos llama a cantarle con alabanza, es decir con una actitud de agradecimiento a Dios. Salmo 147:7 dice: Cantad a Jehová con alabanza. Cantad con arpa a nuestro Dios. Las arpas son símbolo de la adoración a Dios, así que no solo nuestro cántico debe tener alabanza, sino que la adoración debe existir también en nuestro cántico. La adoración expresa el elemento reverencia en la canción. Es por eso que se acostumbra utilizar estas formas de cántico.
El Salmo 147:7 es base para los departamentos de Alabanza y Adoración. La alabanza se perfecciona en la pureza de espíritu. Jesús dijo en Mateo 21:16: …De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza…
Una vida encaminada hacia la santidad produce una mejor adoración. El pecado no permite una relación saludable de adoración al Señor. Salmos 29:2 dice: Dad a Jehová la gloria debida a su nombre, adorad a Jehová en la hermosura de la santidad. El Salmo 96:9 también hace referencia de esto: Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad. Temed delante de él, toda la tierra.
Una de las formas de adoración hablada en la Biblia es postrándonos y arrodillándonos ante el Señor. El Salmo 95:6 dice: Venid, adoremos y postrémonos, arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Hebreos 13:15