El hombre considera que cualquier cosa que se rompe es inservible, ya no tiene uso, y termina botándola. Muy pocas veces intentamos arreglar o restaurar algo.
Sin embargo, para Dios es totalmente diferente, … sólo aquello que ha sido roto, quebrantado, le es útil. El toma algo que está en pedazos y lo restaura.
Tal como las uvas producen el vino cuando son molidas o machacadas, así son los vasos de Dios. Son vasos que han sido quebrantados (esto implica ser procesados).
PUNTOS IMPORTANTES
La Palabra de Dios nos dice que El se acerca a nosotros cuando estamos quebrantados, cuando reconocemos en donde estaríamos sin Su gracia y misericordia. Cuando reconocemos que todo cuanto somos y tenemos es por El.
La palabra «quebrantar» en el hebreo significa: «aplastar, moler o machucar».
Salmo 34:18
«Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.» RVR1960
«El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.» NVI
Salmo 51:17
«Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tu, oh Dios.» (RV)
«El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tu, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.» (NVI)
En Jeremías 18:1-4, tenemos el relato de la casa del alfarero, donde la vasija que se echó a perder es quebrada y es hecha de nuevo.
En Marcos 14:3 vemos que el vaso de alabastro fue quebrado y entonces el perfume de nardo puro se esparció por toda la habitación.
En los momentos en los cuales el Espíritu Santo trabaja en nosotros, no sólo sentimos el amor de Dios, sino que también sentimos Su martillo. Esto es así porque Dios no vino a llenarnos con Su misericordia y compasión solamente, sino a cambiar el vaso que El está llenando.
… ¡Y esto conlleva quebrantamiento!
VEAMOS LA HISTORIA DE DAVID
Salmo 38:8
«Estoy debilitado y molido en gran manera; gimo a causa de la conmoción de mi corazón.» (RV)
«Me siento débil, completamente deshecho; mi corazón gime angustiado.» (NVI)
La primera confesión de una persona quebrantada es el reconocimiento de que sin la gracia de Dios es imposible que pueda vencer.
En el Salmo 51 vemos a un David con un corazón quebrantado y contrito después de haber sido tratado por Dios como resultado de su pecado con Betsabé.
David pecó contra Dios intencionalmente, aún después de que Dios derramó unción sobre su vida. Había visto la cima de la montaña en lo natural y espiritual, había ganado batallas en lo natural y espiritual, había liberado su alma y las almas del pueblo que dirigía; y aún así, cayó en pecado profundo.
En el Salmo 51:1-2 David oró:
«Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.» RVR1960
La oración de David es por misericordia, no es por más unción, ni por prosperidad, ni por más victorias y reconocimiento. Estaba quebrantado y lo que necesitaba ahora era la misericordia y la ternura de Dios sobre su vida. Lo que necesitaba era la limpieza y el perdón de Dios.
A través de todo esto, Dios utilizó el pecado de David para quebrantarlo, para trabajar en su vida, y para luego levantarlo.
IMPORTANTE…
David no trató de echarle a otro la culpa de sus problemas. En su confesión reconoció su propia y total responsabilidad por su falla. 2 Samuel 12:13
«David le dijo a Natán: —Reconozco que he pecado contra Dios, y que he hecho lo que a él no le gusta. Natán le contestó: —Por eso mismo Dios te ha perdonado, y no vas a morir.» TLA
Lamentablemente todos tenemos la inclinación a echar la responsabilidad de nuestros pecados o faltas hacia otras personas o cosas. Culpamos a las circunstancias en que nos encontramos, culpamos a la gente que nos rodea, inclusive culpamos a la misma tentación.
Pero David tuvo la valentía de reconocer su responsabilidad por su pecado. El se lamentó, cayó en profundo dolor y rogó a Dios por la misericordia que necesitaba.
Es necesario entender que el pecado y la culpa del pecado no son transferibles. Si yo hago mal, si yo peco, si cometo una falla, la culpa y responsabilidad es mía. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad.
MARCAS DEL VERDADERO QUEBRANTAMIENTO
- Un corazón quebrantado trae sensibilidad para reconocer toda falla o pecado.
- Un corazón quebrantado es un corazón sensible, un corazón que discierne lo que está mal.
- Un corazón quebrantado es flexible, enseñable.
- Un corazón quebrantado es suave y se penetra con facilidad.
- Un corazón quebrantado nos lleva a estar en sumisión a Dios, en obediencia.
- Un corazón quebrantado no tiene orgullo o altivez, es humilde.
- Un corazón quebrantado no tiene hipocresía, hay sinceridad en el, es transparente.
- Un corazón quebrantado vive y disfruta en intimidad con Dios.
CONCLUSIÓN
¿Cómo quiero vivir como ministro de Dios? ¿Quiero vivir siendo inservible en el Reino o quiero vivir quebrantado delante de la presencia del que me llamó y como consecuencia ser efectivo y exitoso en mi llamado?