El faraón sugiere a José que Jacob vaya a Egipto.
El reencuentro de José con sus hermanos causó impacto en el faraón y su corte. Ellos reciben la noticia con agrado y el faraón toma la iniciativa de proveer la venida de la familia de José a Egipto. No sabemos si esta decisión fue espontánea o si fue a sugerencia de José u otros, pero de cualquier manera la autoridad final de una decisión tan importante resta sólo en el faraón. Aquí notamos el respeto y comportamiento fiel de José, quien no sobrepasa la autoridad superior, aun cuando se trata de la sobrevivencia de su propia familia. Este acto, y posteriormente el permiso que solicita para ir a sepultar a su padre, lo señala a él como un político justo quien nunca comete abuso de poder o autoridad y mucho menos en beneficio propio. Cuán diferente es la situación actual de nuestras autoridades políticas, que buscan y crean ocasiones para abusar de sus cargos y beneficiarse codiciosamente. El mismo comportamiento de José tiene el gobernador Nehemías en tiempos del regreso de la cautividad.
Faraón comunica a José su decisión y las provisiones necesarias para la venida de su familia a Egipto. Primero, que los hermanos regresen a Egipto con el “permiso oficial de migración”. Segundo, les otorga la seguridad de un territorio para habitar permanentemente y les promete el sustento necesario. El faraón menciona que el territorio ofrecido y el alimento prometido son de lo mejor de Egipto. Aquí no hay oferta de “sobras” ni perspectivas de “ciudadanía de segunda” o discriminación racial. Tercero, el faraón concede que José envíe los alimentos necesarios para el sustento temporal y los medios de transporte suficientes para el traslado de toda la familia. Faraón por último envía un mensaje personal y de ánimo a Jacob y a su familia para no dejar que el apego a la tierra natal o a pertenencias locales sean impedimentos para la venida a Egipto.
No podemos saber exactamente las motivaciones de faraón en permitir esta migración de una manera tan fácil y generosa. Pero se podrían señalar algunos factores importantes. Primero, una demostración de gratitud hacia José, quien realmente era el que hizo posible que Egipto no tuviera escasez. Segundo, tal vez con la venida de la familia de José, el faraón se aseguraba más la permanencia de José al servicio de Egipto. En un mundo de competencia y de intereses complejos, tanto en la antigüedad como en la actualidad, no es fácil retener a una persona tan capacitada y dedicada como José. Tercero, está el factor elemental de ayuda humanitaria. El énfasis en todas estas decisiones era la preservación de vida. Hay una responsabilidad fundamental en todo hombre y en toda institución humana, ya sean gobiernos, empresas o iglesias, de no permitir que grupos de seres humanos pasen a la extinción por falta de alimento. La concientización de esta responsabilidad está muy disminuida en nuestros días y su consecuencia es gravísima, mirando las estadísticas de grupos de personas, especialmente niños, que mueren diariamente de hambre en diferentes partes del mundo.
José mismo se encarga de ejecutar las indicaciones del faraón y como un regalo personal suyo provee a sus hermanos de vestidos nuevos. El trato preferencial hacia Benjamín es una acción que podría despertar envidia y quizás serviría de prueba en cuanto a la seriedad y permanencia de cambio de actitud de los hermanos. Por las dudas, José exhorta a sus hermanos a no reñir por el camino. Aquí se rememora el peligro de los tiempos anteriores de relacionamiento. Se resalta asimismo la provisión especial que José hace para su padre, que en un sentido será para toda la familia, pero bajo la administración de Jacob.
Verdades prácticas Observemos cómo «lo mejor» es el tema dominante de este pasaje:
1. Esto agradó al faraón.
2. Yo os daré lo mejor de la tierra.
3. Comeréis sus productos más preciados.
4. Lo mejor de toda la tierra de Egipto será vuestro.
5. Y les dio provisiones para el camino.
6. A cada uno de ellos les dio un vestido nuevo.
Aquí nos encontramos frente a un cuadro de restauración y generosidad de parte de Dios. No solamente es la generosidad de los bienes materiales y el bienestar para Jacob y su familia, sino es un cuadro de afirmación y cumplimiento de las bendiciones que Dios había prometido a Jacob y a toda su descendencia.
Una amonestación apropiada
José conocía muy bien a sus hermanos. El recordaba que eran muy inclinados a elearse entre sí. Aunque era evidente que sus hermanos habían madurado mucho desde la última vez que los había visto, todavía tenían un largo camino que recorrer. Las actitudes y hábitos son difíciles de desarraigar. Toma tiempo y trabajo consciente. Dadas las circunstancias, uno podría pensar que las palabras de José están cargadas de un fraternal sentido de humor, pero también nos enseña que José aceptaba a sus hermanos tal como eran, con sus pleitos y debilidades, tanto como con sus temores y alegrías.