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Hageo 2: Promesas de una gloriosa intervención Divina

Hageo 2:1 EN el mes séptimo, á los veinte y uno del mes, fué palabra de Jehová por mano del profeta Haggeo, diciendo:

El segundo mensaje de Hageo («esfuérzate… y trabajad», versículo 4) se produjo aproximadamente dos meses después del primero y un mes tras haber comenzado la construcción del templo.

Este es el segundo mensaje de Hageo, pronunciado durante la Fiesta de los Tabernáculos, en octubre de 520 a.C. Los ancianos podían recordar la increíble belleza del templo de Salomón, destruido 66 años antes. Muchos se desalentaron debido a que la reconstrucción era inferior a la de Salomón. Pero Hageo los alentó con un mensaje de Dios que revelaba que el esplendor de su templo sobrepasaría el del anterior. La parte más importante del templo era la presencia de Dios. Quinientos años más tarde, Jesús caminaría en los atrios del templo.

Hageo 2:2 Habla ahora á Zorobabel hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y á Josué hijo de Josadac, gran sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo:

Hageo 2:3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

Que haya visto esta casa en su gloria primera : Se refiere al templo de Salomón. Algunos de los mayores entre el pueblo fueron niños en tiempos de la caída de Jerusalén.

Hageo 2:4 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también Josué, hijo de Josadac, gran sacerdote; y cobra ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y obrad: porque yo soy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.

«Esfuércense y trabajen». Judá ya había regresado a la adoración de Dios y El había prometido bendecir sus esfuerzos. Ahora, era el tiempo en que ellos debían trabajar. Debemos ser personas de oración, estudiar la Biblia y rendir culto a Dios; pero a la larga debemos hacer lo que Dios tiene en mente para nosotros. El quiere cambiar al mundo por medio de nosotros. Dios le ha dado a usted una tarea para realizarla en la iglesia, en su trabajo y en su casa. Ha llegado el tiempo en el que ¡debe esforzarse y trabajar!

Hageo 2:5 Según el pacto que concerté con vosotros a vuestra salida de Egipto, así mi espíritu estará en medio de vosotros: no temáis.

La promesa del Espíritu Santo fue confirmada a través de un pacto en los inicios de la historia de Israel. La promesa continúa siendo cumplida en tanto el Espíritu de Dios mora aún en medio de los israelitas, los cuales no deben temer. Véase la introducción a Hageo: «El Espíritu Santo en acción».

Los israelitas habían sido llevados del cautiverio en Egipto a su Tierra Prometida. Eran el pueblo escogido de Dios, a quienes El cuidaba y guiaba. Nunca los abandonó, a pesar de sus pecados.

Hageo 2:6 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí á poco aun haré yo temblar los cielos y la tierra, y la mar y la seca:

Este pasaje se interpreta mejor a la luz de la intervención final de Dios en la historia, en el excelso «Día del Señor».

De aquí a poco : Denota inminencia.

Cuando Dios prometió estremecer a todas las naciones con su juicio, estaba hablando tanto del juicio presente sobre las naciones malvadas como del juicio futuro de los últimos días.

El énfasis cambia de la reconstrucción del templo en Jerusalén al reino mundial del Mesías sobre la tierra. Las palabras «de aquí a poco» no están limitadas al contexto histórico inmediato; se refieren al control de Dios sobre la historia: El puede actuar en cualquier momento que El escoja. Dios actuará en su tiempo.

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