Isaías 13:1 Profecía contra Babilonia[a] Profecía sobre Babilonia, revelada a Isaías hijo de Amoz.[b]
Babilonia : Capital del antiguo imperio babilónico. Según una antigua leyenda babilónica, fue construida por el dios Marduk. Su brillante historia se extendió desde el 2300 a.C., hasta el 325 a.C., cuando perdió importancia tras el colapso del imperio de Alejandro el Grande. El AT vio este declinar como un castigo de Dios por la destrucción de Jerusalén.
Isaías 13:2 Levantad bandera sobre un alto monte. Alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de jefes.
Los oráculos comienzan con un llamado a huestes no identificadas (consagrados , valientes). Puede que sean ejércitos celestiales, lo cual indica que las batallas terrenales de que se habla son reflexiones sobre una contienda espiritual. Los varios oráculos comprenderán entonces juicios contra naciones específicas y juicios contra toda la humanidad. Consagrados aquí no tiene connotación moral alguna, como santificados, sino que significa «escogidos para un propósito especial».
Isaías 13:3 Yo mandé a mis consagrados y asimismo llamé a los valientes de mi ira,[c] a los que se alegran con mi gloria.
Isaías 13:4 Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas: ¡Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla!
De naciones reunidas : Los ejércitos espirituales de Dios pelean contra naciones reales en el escenario terrenal. Jehová de los ejércitos: Toda la tierra parece que se refiere al mundo entero.
Isaías 13:5 Vienen de lejana tierra, del extremo de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.
Isaías 13:6 ¡Aullad, porque cerca está el día de Jehová![d] ¡Vendrá como devastación del Todopoderoso!
El juicio contra Babilonia no es sino parte del juicio de Dios contra el mal. Tales juicios proféticos hallan su consumación en numerosos episodios de la historia, especialmente en las anticipaciones del gobierno de Dios a través de la Iglesia. Todo ello terminará con la consumación del reino de Cristo al final de los tiempos.
Isaías 13:7 Por tanto, toda mano se debilitará y desfallecerá todo corazón humano.
Isaías 13:8 Se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como de mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros son como llamaradas.
Isaías 13:9 He aquí el día de Jehová viene: día terrible, de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad y raer de ella a sus pecadores.
Isaías 13:10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; el sol se oscurecerá al nacer y la luna no dará su resplandor.[e]
Isaías 13:11 Castigaré al mundo por su maldad y a los impíos por su iniquidad; haré que cese la arrogancia de los soberbios y humillaré la altivez de los tiranos.