Oseas 2:1 Decid a vuestros hermanos: Ammi;[a] y a vuestras hermanas: Ruhama.[b]
Oseas 2:2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;
Dios llama a los individuos que forman la nación para que clamen por justicia, como los hijos cuyo hogar se ha roto a causa del adulterio. Ella no es mi mujer : Porque sus acciones adúlteras han roto la relación matrimonial.
Los temas de este capítulo son el castigo y la restauración de Israel. Como en un caso de la corte, la adúltera es llevada a juicio y encontrada culpable. Sin embargo, después de su castigo, con gozo y con ternura vuelve a Dios
Oseas 2:3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.
Oseas había provisto a su esposa de ropa, y Dios había provisto a Israel de abundantes lluvias para sus cosechas. Ya sea que la ilustración sea de Oseas y Gomer o de Dios e Israel, nos advierte del castigo de la infidelidad. De la misma forma en que un esposo puede no querer brindarle sustento a su esposa infiel, Dios no tolerará la infidelidad de Israel. Destrozará la tierra y como consecuencia llegará la hambruna.
Oseas 2:4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.
Sus hijos cargan con el pecado de la madre.
Oseas 2:5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.
Los israelitas estaban agradeciendo a los dioses falsos (específicamente a Baal) la comida, el refugio y la ropa, en vez de agradecer al único Dios que les dio esas bendiciones. Por lo tanto, Dios rodería de espinos su camino, al hacer que la recompensa por su idolatría fuera tan desilusionante que se convencerían de volverse a Dios. A pesar de la infidelidad de Israel, Dios sigue siendo fiel y misericordioso. Continuaría buscando a su pueblo, incluso hasta el grado de colocar obstáculos en su camino de desobediencia para que regresaran a El.
Oseas 2:6 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.
Dios despliega su misericordia mientras trata por todos los medios de retenerlo junto a sí.
Oseas 2:7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.
El pecado no le traerá a Israel las satisfacciones que busca.
De la misma forma en que Gomer regresaría a su esposo al pensar que estaría mejor con él, la gente a menudo regresa a Dios cuando descubre que las luchas de la vida son demasiado difíciles. El regresar a Dios a causa de la desesperación es mejor que rebelarse contra El, pero es mucho mejor volverse a El en gratitud por su protección.