En el versículo 3 se subraya la necesidad del castigo físico de los necios. La vara se encuentra con el látigo del caballo y el freno del asno. ¡Qué lástima que algunos necesiten ser sujetados y castigados así!
Los versículos 4 y 5 tratan el tema de la manera de responder al necio. Por un lado, el versículo 4 enseña que el oyente no ha de entrar en la misma forma de pensar y hablar del necio. Por otro lado, el versículo 5 enseña que el oyente ha de contestar al necio en la misma manera necia para que éste se dé cuenta del poco valor de su insensatez.
El versículo 6 afirma el peligro del necio en los términos más llamativos (el pie cortado, la violencia hecha).
El versículo 7 reitera la inutilidad del proverbio (la enseñanza moral para la palabra mashal en la Introducción) al necio, como también son inútiles las piernas del cojo.
La escena de la piedra atada a la honda (v. 8) es absurda. La piedra ha de mantenerse suelta para su uso. Así de absurdo es el honor (o la gloria como en 26:1) al necio.
En el versículo 9 se repite la frase el proverbio en la boca de los necios del versículo 7, comparándolo a la molestia de la espina que penetra en la mano del borracho, que quizá no la siente.
Según el versículo 10, los necios y vagabundos son pésimos empleados, una influencia peligrosa para todo el mundo. No hay que contratarlos.
La primera línea del versículo 11 es un dicho popular que muestra la naturaleza del perro, subrayando así la naturaleza del necio que vuelve a la insensatez (ver versículos 4, 5). La insensatez tiene el mismo valor del vómito, un desperdicio ya consumido y descartado.
El versículo 12, sorprendentemente, muestra a uno peor que el necio, es decir, el sabio en su propia opinión. También el necio tiene más esperanza que el apresurado.
La mentalidad del flojo
Esta sección desarrolla cuatro dichos sobre el perezoso. El versículo 13 repite 22:13, aunque se ausenta el resultado de ser muerto, pero está implícito. El versículo 14 subraya la forma constante de relacionarse entre las puertas y las bisagras, y el perezoso y la cama. ¡Son inseparables!
El tercer mashal, que se encuentra en el versículo 15, se repite Deuteronomio 19:24. Finalmente, el versículo 16 revela cómo el perezoso se cree más sabio… que siete (un número que significa una sabiduría total) con discreción.
Los trastornos del dicho y del hecho
Agarrar las orejas (o la “cola”, según la Septuaginta) de un perro, es buscar el gruñido del perro y quizá la posibilidad de ser mordido. Así es el buscapleitos.