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Salmo 107: Benignidad de la Providencia Divina

Sal 107:1  Dad gracias al SEÑOR, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Este salmo de salvación repite el verso que aparece en los versículos 1, 8, 15, 21 y 31. Este salmo habla de cuatro tipos diferentes de individuos en angustia y cómo Dios los rescata: errantes, prisioneros, insensatos y los sacudidos por la tempestad. No importa cuán extrema sea nuestra calamidad, Dios puede irrumpir en ella para ayudarnos. El es amoroso y bueno con los acongojados.

Sal 107:2  Díganlo los redimidos del SEÑOR, a quienes ha redimido de la mano del adversario,

«Díganlo los redimidos de Jehová». Dios ha hecho mucho por nosotros y tenemos mucho que agradecerle. Quiere que proclamemos a todo el mundo lo que El ha hecho. Estos versículos no son tanto un mandato para testificar, sino una declaración de que los que vivan verdaderamente en la presencia de Dios no retendrán para sí su experiencia gloriosa. ¿Qué ha hecho Dios por usted? ¿Hay alguien que se lo pueda contar?

Sal 107:3  y los ha reunido de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur.

Sal 107:4  Vagaron por el desierto, por lugar desolado, no hallaron camino a ciudad habitada;

Sal 107:5  hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos.

Perdidos, hambrientos, sedientos, exhaustos, esos errantes que tipifican a los israelitas del exilio. Pero también simbolizan a cualquiera que no ha encontrado la satisfacción que proviene de conocer a Dios. Cualquiera al reconocer que está perdido, puede recibir el ofrecimiento de Jesús y satisfacer sus necesidades. Jesús es el camino, el pan de Dios que descendió del cielo, el agua viva y el que nos da descanso. ¿Ha recibido usted todo esto?

Sal 107:6  Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR, y El los libró de sus aflicciones;

Sal 107:7  y los guió por camino recto, para que fueran a una ciudad habitada.

Sal 107:8  Den gracias al SEÑOR por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Sal 107:9  Porque El ha saciado al alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta.

Sal 107:10  Moradores de tinieblas y de sombra de muerte, prisioneros en miseria y en cadenas,

Sal 107:11  porque fueron rebeldes a las palabras de Dios y despreciaron el consejo del Altísimo;

Sal 107:12  humilló pues, sus corazones con trabajos, tropezaron y no hubo quien los socorriera.

Sal 107:13  Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR y El los salvó de sus aflicciones;

Sal 107:14  los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte y rompió sus ataduras.

Sal 107:15  Den gracias al SEÑOR por su misericordia y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.

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