Salmo 109:14 Sea recordada ante el SEÑOR la iniquidad de sus padres, y no sea borrado el pecado de su madre.
Salmo 109:15 Estén continuamente delante del SEÑOR, para que El corte de la tierra su memoria;
Salmo 109:16 porque él no se acordó de mostrar misericordia, sino que persiguió al afligido, al necesitado y al de corazón decaído para matarlos .
Salmo 109:17 También amaba la maldición, y ésta vino sobre él; no se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él.
Salmo 109:18 Se vistió de maldición como si fuera su manto, y entró como agua en su cuerpo, y como aceite en sus huesos.
Salmo 109:19 Séale como vestidura con que se cubra, y por cinto con que se ciña siempre.
Salmo 109:20 Sea esta la paga del SEÑOR para mis acusadores, y para los que hablan mal contra mi alma.
Salmo 109:21 Mas tú, oh DIOS, Señor, por amor de tu nombre hazme bien; líbrame, pues es buena tu misericordia;
Un nombre es algo más que una etiqueta, es una representación de carácter y reputación. David le suplica a Dios que actúe conforme a su nombre, a su carácter de amor y misericordia. Entonces, «por amor de tu nombre» significa: «de acuerdo a tu carácter».
Salmo 109:22 porque afligido y necesitado estoy, y mi corazón está herido dentro de mí.
Salmo 109:23 Voy pasando como sombra que se alarga; soy sacudido como la langosta.
Salmo 109:24 Mis rodillas están débiles por el ayuno, y mi carne sin gordura ha enflaquecido.
Salmo 109:25 Me he convertido también en objeto de oprobio para ellos; cuando me ven, menean la cabeza.
Salmo 109:26 Ayúdame, SEÑOR, Dios mío, sálvame conforme a tu misericordia;
Salmo 109:27 y que sepan que esta es tu mano, que tú, SEÑOR, lo has hecho.
Salmo 109:28 Maldigan ellos, pero tú bendice; cuando se levanten, serán avergonzados, mas tu siervo se alegrará.
Salmo 109:29 Sean vestidos de oprobio mis acusadores, y cúbranse con su propia vergüenza como con un manto.
Salmo 109:30 Con mi boca daré abundantes gracias al SEÑOR, y en medio de la multitud le alabaré.
Salmo 109:31 Porque El está a la diestra del pobre, para salvarle de los que juzgan su alma.