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1 de Crónicas 6: Descendientes de Leví

Respecto a los versículos 16-19, el comentarista Castelot afirma que había una tradición del Reino del Norte (Israel o Efraín) en la que Gersón se tenía por descendiente de Moisés. También, según Exodo 2:22 y Jueces 18:30, la familia de Gersón se relacionó algunas vez con el santuario cismático en Dan. En general, no obstante, el Cronista sigue muy de cerca el relato sobre Gersón que se detalla en Numeros 3:17 ss.

Las casas paternas de Leví

Los versículos 1-15 de este capítulo abordan la descendencia de los sacerdotes oficiantes del culto sacrificial, todos “hijos” de Leví mediante Cohat.

A partir del versículo 16 se empieza a dar las listas de los levitas, o sea aquellos descendientes de Leví (mediante Gersón y Merari) que no oficiaban en los sacrificios sino servían de “ayudantes” a los sacerdotes. Llama la atención el hecho de siete generaciones procedentes de ambos, Gersón y Merari, por medio del primogénito de cada uno de ellos. Se cree que el Cronista quería con esto llevarnos hasta el reinado de David. Fue éste el que reorganizó los deberes y las funciones oficiales de los levitas no sacerdotales. Los nombres en la lista a partir del versículo 20 difieren de los que aparecen en los versículos 41-43; pareciera que estos últimos representan la misma genealogía pero al revés. Hay indicios de que ambas listas están desfiguradas, y muchos nombres se omiten. En este caso, parece que el Cronista omite varios nombres con el fin de que haya siete en la lista. Respecto a esto, se deben comparar los versículos 22-28 con los versículos 33-38, correspondiendo estos últimos a la siguiente sección.

El versículo 28 ha dado muchos problemas a los exégetas debido a aparentes desfiguraciones textuales. Nuestra versión RVA correctamente suple el nombre Joel como el primogénito de Samuel. Según la nota de RVA, se nota que el texto hebreo de este versículo no incluye el nombre de Joel. En algunos textos hebreos en su lugar aparece el nombre “Vasni”. Desde luego, nuestros traductores se dan cuenta que este nombre se deriva del hebreo que quiere decir “el segundo” cuyo término alude al segundo hijo de Samuel, o sea, Abías. Los revisores de RVA suplen el nombre de Joel en base a la lectura en 1 de Samuel 8:2. Hemos de agradecerles a los revisores, porque el problema aludido es un perfecto ejemplo de cómo errores de tipo copista pueden colarse en el proceso de la transmisión.

¿Dios castiga hoy al que le desobedece?

En el AT, y aún en el NT, se ven situaciones en que Dios castiga inmediatamente a la persona o al pueblo que no acata sus mandamientos (o al menos durante la vida del infractor). El cautiverio asirio, y el babilónico son prueba de ello. Pero, ¿qué sucede hoy, cuando la ley ya fue perfeccionada por el amor? Por supuesto, hay diversidad en las opiniones. Por ejemplo, ¿cuál es el destino del creyente que, luego de años en la iglesia, comienza a frecuentar los lugares de juegos de azar? Evidentemente, esto es una especie de idolatría, al colocar la confianza en algo que no es Dios. ¿Debe esta persona esperar el castigo en vida? O ¿qué decir del creyente que vive continuamente en vicios, inmoralidad sexual o, incluso, que reniega de su fe? ¿Es lícito esperar que Dios envíe sobre él azufre y fuego del cielo, o que caiga fulminado como fue el caso de Ananías y Safira? Es innegable el hecho de que esto no sucede hoy, aunque quizás hayan testimonios que afirmen lo contrario, pero no es la norma. La doctrina veterotestamentaria de la «retribución instantánea», por llamarla de alguna forma, se ha transformado en la de la «misericordia momentánea», es decir, que por el momento hay ocasión para el arrepentimiento. ¿Cuánto dura este tiempo de gracia? Nadie puede saber si éste concluye en la muerte de la persona, o antes de ese evento. Por lo tanto, es urgente que todos los hombres hagan las paces con Dios, abandonando toda idolatría y pecado.

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