Según Kelley, es de notar que no había ningún espíritu de sectarismo en el culto: no vacilaron los israelitas en participar en un culto oficiado por un sacerdote de Madián, ni trataron a Jetro como un intruso en el campamento israelita. Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés delante de Dios.
La institución de un sistema judicial.
Al día siguiente Jetro observó a Moisés sentado administrando justicia mientras que el pueblo estaba de pie delante de él todo el día). Al preguntarle qué hacía, Moisés respondió que el pueblo venía para consultar a Dios y para cualquier asunto. Dijo que era juez entre ellos y les hacía conocer las leyes (hukkai) y las instrucciones (toroth) de Dio. Servía como mediador entre el pueblo y Dios. No confiaba solamente en su propia sabiduría; les daba enseñanzas divinas en cuanto a las necesidades.
Hukkai son prescripciones o decretos legales, y en este contexto tratan de aspectos civiles de la vida; Isa_10:1). Toroth significa aquí el concepto de direcciones o estatutos religiosos. La palabra «ley» (torah) viene del verbo que significa «dirigir» o «señalar la dirección». La ley primeramente señalaba la dirección en el sentido oral; luego llegó a ser codificada y fue considerada como un cuerpo de normas (leyes) escritas. Para Israel, la ley, con sus estatutos y prescripciones, llegó a tener una influencia triple: gobernaba la vida civil, ceremonial, y moral.
En el AT, se emplea la palabra «ley» de varias maneras:
(1) Para instrucciones humanas y divinas dadas para casos particulares;
(2) para el decálogo o los diez mandamientos;
(3) para el Pentateuco como la ley de Moisés
(4) para el cuerpo total de normas que gobiernan las actividades humanas, es decir, el AT mismo. Exodo 18 arroja luz sobre el comienzo del proceso: Moisés funciona como juez en la creación de un núcleo primitivo de la ley hebrea y el proceso de jurisprudencia. En esto le sirve su preparación legal egipcia, su conocimiento de las tradiciones patriarcales y su experiencia con los madianitas en el desierto. A la sabiduría legal vigente se le agregarán las leyes fundamentales reveladas en los capítulos venideros.
En la estructura literaria del libro, el anuncio del nacimiento del niño Moisés sirve como preludio a la liberación del pueblo, con el nacimiento de la legislación, sirve como preludio de la dádiva de la ley constitucional que establecerá la naturaleza del verdadero pueblo de Dios.
Cuando Jetro vio que la responsabilidad era demasiado pesada para un hombre solo, le ofreció a Moisés un consejo paternal:
(1) Que fuese Moisés el mediador entre Dios y el pueblo, y
(2) que fuesen seleccionados hombres fieles para juzgar los asuntos comunes entre la gente compare las tareas de los apóstoles y diáconos). Le aconsejó a Moisés que se ocupara de las tareas de intercesión y enseñanza, y juzgara únicamente los asuntos difíciles. La enseñanza de las leyes incluiría los decretos civiles (hukkim) y las instrucciones religiosas (toroth).
Para mejorar la organización deficiente, Jetro sugirió que Moisés seleccionara subordinados para dirigir el trabajo menos difícil, poniendo jefes sobre grupos de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Indicó cuatro cualidades esenciales para los hombres nombrados oficiales públicos:
Que fuesen capaces. La palabra viene de una raíz que significa fuerza o potencia, y se refiere normalmente a la fuerza física. En este sentido indica a hombres de valor, o héroes. También se la emplea para los hábiles o experimentados y así indica a los competentes o aptos. Frecuentemente la palabra se refiere a una calidad moral. La LXX la traduce como hombres potentes. Parece bien interpretarla en el contexto como los «capaces, física y moralmente», para la tarea.
Que fuesen temerosos de Dios. Son los que tienen respeto y reverencia para Dios; son dedicados a él y firmes en su fe.