Jeremías 44:10 ‹Pero hasta hoy no se han humillado, ni han temido, ni han andado en mi ley ni en mis estatutos que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres.›»
Jeremías 44:11 Por tanto, así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «He aquí, volveré el rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá.
Jeremías 44:12 «Y quitaré el remanente de Judá que ha decidido entrar en la tierra de Egipto para residir allí, y serán acabados en la tierra de Egipto; caerán a espada, por el hambre serán acabados. Tanto el pequeño como el grande morirán a espada y de hambre; seréis motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio.
Jeremías 44:13 «Y castigaré a los que moran en la tierra de Egipto, como he castigado a Jerusalén, con espada, con hambre y con pestilencia.
Jeremías 44:14 «Y no quedará quien escape ni quien sobreviva del remanente de Judá que ha entrado en la tierra de Egipto para residir allí, para luego volver a la tierra de Judá a la cual añoran volver a fin de morar allí, porque ninguno volverá, excepto algunos fugitivos.»
Jeremías 44:15 Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban sacrificios a otros Dioses, junto con todas las mujeres que estaban presentes, una gran multitud, y todo el pueblo que moraba en la tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo:
Jeremías 44:16 En cuanto al mensaje que nos has hablado en el nombre del Señor, no vamos a escucharte,
Jeremías 44:17 sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno.
Jeremías 44:18 Pero desde que dejamos de quemar sacrificios a la reina del cielo y derramarle libaciones, carecemos de todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados.
Nos falta todo : La reforma de Josías puso fin al culto a Istar y fue vista por los judíos deportados a Egipto como la causa de los males de la nación. Desde entonces sólo habían experimentado calamidades. Argumentaban, por tanto, que haber dejado de rendir culto a Istar era el origen de aquella calamidad.
Mientras más lejos nos apartemos de Dios, más confundida estará nuestra mente. La poca vida espiritual que les quedaba a los israelitas cuando huyeron a Egipto se perdió al hundirse en las profundidades de la idolatría. La huida a Egipto provocó un cambio en sus hábitos paganos de adoración y sus problemas lo achacaron a que olvidaron sus ídolos. Sin embargo, la idolatría, antes que todo, fue la que originó sus problemas. La gente se negó a reconocer la verdadera fuente de sus problemas: apartarse del liderazgo de Dios. Cuando la calamidad lo obligue a examinar su vida, analice con cuidado las instrucciones que Dios le ha dado.
Jeremías 44:19 Y, dijeron las mujeres, cuando nosotras quemábamos sacrificios a la reina del cielo y le derramábamos libaciones, ¿acaso sin saberlo nuestros maridos le hacíamos tortas en su imagen y le derramábamos libaciones?
Consentimiento de nuestros maridos : Cualquier acción o voto asumido por una muJeremías casada tenía que recibir el consentimiento del marido para ser válido.