Ministerio basado en principios bíblicos para servir con espíritu de excelencia, integridad y compasión en nuestra comunidad, nuestra nación y nuestro mundo.

Logo

Malaquías 3: Dios reprende a los que le roban

Contradicciones

En su libro Patas arriba, Eduardo Galeano dice lo siguiente respecto del mundo moderno:

En el mundo tal cual es, mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta; y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menor costo.

Nos da dos lecciones:

1. Existe un desafío de fe y confianza en tiempos de escasez. Cuando las personas viven en estrechez económica y material es muy fácil caer en la tentación de justificar la retención de lo que le pertenece a Dios: “Dios sabe que somos pobres; él no va a despojarnos de lo poco que tenemos”. Frente a esta actitud está el ejemplo de dos mujeres: (a) la viuda de Sarepta y (b) la viuda que dio todo lo que tenía.

2. La presentación de diezmos no se establece como ley en el NT; sin embargo la demanda de dar a Dios lo que le corresponde es bien radical: Dios pide toda la vida. Y es ante esta demanda que cada uno de nosotros debe hacerse la pregunta: “¿Robará el hombre a Dios?”.

Dios castigará a los malos y bendecirá a los justos

Esta sección se une a la anterior para confirmar la radical necedad y distanciamiento del pueblo hacia Dios. No había terminado Dios de decir “probadme…” (versículo 3:10b) , cuando el pueblo declara: “Está demás servir a Dios… ¿Qué provecho sacamos de guardar su ley…?” (versículo 13). El pueblo rechaza a Dios porque las bendiciones de Dios no coinciden con su concepto egoísta y materialista de bendición. (¡Qué difícil le resulta al ser humano aprender a apreciar las cosas desde la perspectiva de Dios!.

El pueblo ha descubierto que la fidelidad a Dios, basada en la instrucción divina y no en sus deseos humanos, no pagaba nada valioso. La base utilitaria de la fe y la religión de muchos choca con el sistema de valores de Dios.

Pero la serie de disputas proféticas no termina con una nota pesimista y amargada. En medio de una comunidad marcada por el materialismo, la desesperanza, el abandono de la fe y el cinismo, había un “remanente”, un “resto fiel”; es el grupo a quien Malaquías llama “los que temen a Jehová”. A ellos Dios reconoce como su verdadero pueblo, “su especial tesoro”. Ellos permanecen firmes en el Señor y llevan la marca de la justicia y el servicio.

Deja el primer comentario

Otras Publicaciones que te pueden interesar