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Salmo 10: Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados

Salmo 10:1 Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados[a] ¿Por qué estás lejos, Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación?

Combinado con el Salmo 9, este sería un poema acróstico (aunque con algunas lagunas), en el cual las estrofas comienzan con letras sucesivas del alfabeto hebreo.

Estás lejos : El salmista, como otros en tribulación, primero habla de su propio dolor. Siente a Dios distante debido a su sufrimiento.

«¿Por qué[…] te escondes en el tiempo de la tribulación?» Para el salmista, Dios parecía estar muy lejos. Pero aun cuando tenía sinceras dudas, no dejó de orar ni pensó que Dios ya no estaba interesado. No se estaba quejando. Simplemente le estaba pidiendo a Dios que acelerara su ayuda. Es durante los momentos en los que nos sentimos más solos u oprimidos cuando más necesitamos orar, y hablarle a Dios de nuestros problemas.

Salmo 10:2 Con arrogancia, el malo persigue al pobre; será atrapado en las trampas que ha preparado.

Este verso da inicio a una larga lista de despreciables acciones del malo en una sociedad despiadada y decadente.

Salmo 10:3 El malo se jacta del deseo de su alma, bendice al codicioso y desprecia a Jehová;

Salmo 10:4 el malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.[b]

En ninguno de sus pensamientos : La secularización de cualquier nación, con la prohibición de mencionar el nombre de Dios en sus escuelas, negocios o vida política, constituye un paso hacia su completa decadencia y ruina.

Salmo 10:5 Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista; a todos sus adversarios desprecia.

Salmo 10:6 Dice en su corazón: «No caeré jamás; nunca me alcanzará la desgracia».

Algunas personas triunfan en todo lo que emprenden, y se jactan de que nadie, ni siquiera Dios, los puede derribar. Podemos preguntarnos por qué Dios permite que esa gente amase grandes fortunas siendo que lo desprecian en la forma en la que lo hacen. Pero, ¿por qué nos molestamos cuando el malvado prospera? ¿Nos enojamos por el daño que causan, o nos sentimos celosos de su prosperidad? Para responder estas preguntas debemos tener la perspectiva adecuada de la maldad y de la riqueza. Con certeza el malvado será castigado debido a que Dios odia sus acciones perversas. La riqueza solo es temporal y no es un símbolo de la aprobación de Dios de la vida de una persona, como tampoco la falta de ella será una señal de la desaprobación de Dios. No permita que la riqueza o la falta de ella se vuelvan una obsesión.

Salmo 10:7 Llena está su boca de maldición y de engaños y fraude;[c] debajo de su lengua hay insulto y maldad.

Este versículo es citado por Pablo como prueba de que tanto los judíos como los gentiles han cometido engaño y fraude y por tanto necesitan un Salvador

Salmo 10:8 Se sienta al acecho cerca de las aldeas; en escondrijos mata al inocente. Sus ojos están acechando al desvalido,

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