El clamor por ayuda
Oh Dios… vuelve. En los versículos 3 y 7 se pide que Dios haga volver (restaurar) a Israel. Aquí se usa el mismo verbo pero el salmista pide que Dios vuelva hacia su pueblo. Solamente el favor de Dios puede hacerlo. Visita esta viña. Una “visitación” de Dios puede ser un encuentro con Dios en castigo o en salvación. El salmista pide que Dios les visite con favor, con salvación.
¡Perezcan…!. La situación es desesperante. En tal situación la única esperanza es clamar a Dios.
Sobre el hijo del hombre. El lenguaje podría sugerir una proyección mesiánica. Por cierto el tárgum lo entendió así y traduce el 17b: “Y sobre el Rey Mesías, a quien has establecido para ti.” Pero para el salmista “el hombre” y “el hijo del hombre” se refieren a la nación de Israel; es la nación de la cual saldrá el Mesías.
No nos apartaremos. El salmista reconoce por qué están sufriendo. Pero ahora promete no apartarse de nuevo. Es una promesa de fidelidad a Dios.
Oh Jehová Dios de los Ejércitos. Se repite el estribillo de nuevo, pero cada vez se agrega un detalle al nombre de Dios.
Este Salmo presenta muchas enseñanzas para nosotros; entre ellas:
1) Tenemos necesidades como pueblo de Dios
2) hemos de clamar a Dios juntos
3) debemos reconocer nuestras fallas y
4) debemos confiar en el Dios misericordioso. Así se cumplirá la promesa de 2 de Crónicas 7:14 para el avivamiento.