Los exploradores
Informe de los exploradores
La primera de esta serie de visiones, que sucedieron una tras otra, tiene como finalidad levantar el ánimo del pueblo judío para reedificar la casa de Dios.
Los exploradores salen al mando de un hombre montado sobre un caballo rojo. Detrás de él hay otros montados en caballos rojos, bayos y blancos. La utilización de los caballos y sus respectivos jinetes es común en el lenguaje apocalíptico (Apoc. 6); el caballo era símbolo de poder, y según el color el significado se vuelve más intenso. El caballo rojo es símbolo de guerra, sangre, venganza y victoria. Isaías nos ilustra muy bien el uso del color rojo; presenta a Jehová que regresa de Edom con vestidura enrojecida; está salpicada con sangre de sus enemigos vencidos; ha hecho justicia con su pueblo castigando a sus opresores. Jehová dice: “Soy yo, que hablo justicia, grande para salvar”. Con esto en mente, notamos que el jinete del caballo rojo es un jinete guerrero y victorioso, y posiblemente lo podemos identificar como el mismo ángel de Jehová.
En el AT, el ángel de Jehová es, a su vez, identificado con la segunda persona de la Trinidad; la mayoría de los comentaristas bíblicos acepta esta interpretación. Siendo ésta nuestra postura, vemos que es Dios quien está dispuesto a defender a los suyos, dispuesto a obrar con justicia para salvar a su pueblo.
No hacía mucho tiempo que el pueblo de Israel había regresado del cautiverio. Sus ciudades fueron arrasadas y Jerusalén, la ciudad del rey, fue destruida por manos inicuas; fue un verdadero desastre nacional. Ahora reciben un mensaje de consuelo: el defensor del pueblo se ha levantado y está en la cañada para dar tranquilidad a un pueblo que se está acomodando en su tierra.
Varios significados se le han asignado al color de cada caballo, y no hay unanimidad de criterios. Muchos creen que estos colores son solamente una descripción periférica de lo más importante. Pero se puede adoptar una interpretación como la que sigue: Los caballos bayos, de un blanco amarillento, normalmente indican confusión e inestabilidad. Si lo comparamos, notamos que el caballo pálido estaba montado por la muerte misma. El cuadro se completa con la presencia de los caballos blancos que simbolizan un período de tranquilidad; eran usados por los ejércitos victoriosos para anunciar períodos de paz que vienen después de una guerra.
Con estos tres colores de caballos podemos concluir que Dios estaba dando un mensaje de fortaleza, infundiendo ánimo en su pueblo, asegurándoles que él, a través de su ángel, sigue de cerca los acontecimientos históricos. El Dios soberano y justo ha salido, pero no en son de paz. Está explorando a los enemigos de Israel, que aparentemente están viviendo un momento de tranquilidad, de reposo. Ese reposo será momentáneo; el Dios guerrero y victorioso se levantará contra ellos y los aplastará con su poder. Luego vendrá la confusión y la muerte sobre estos pueblos que abusaron del pueblo escogido de Dios. Jehová demostrará que su brazo es fuerte para salvar a su pueblo, para obrar con justicia sobre los pueblos que habían oprimido a Israel, lograr la victoria y establecer la paz nacional.
Es significativo, entonces, notar que el hombre montado sobre el caballo rojo está entre los mirtos (también es un simbolismo difícil de interpretar, sin embargo, se intenta un significado, que es generalmente aceptado). Notamos que los mirtos o los arrayanes son usados como símbolo de tranquilidad y prosperidad; “el mirto sustituirá a la espina”, es la bendición sobre la maldición, es la paz sobre la guerra. El pueblo puede estar confiado, tiempos de paz vendrán, y los enemigos serán juzgados y castigados.
El informe inicial de los exploradores aparentemente no representaba ningún consuelo para el pueblo de Israel. La tierra estaba quieta y reposada, las guerras habían terminado. Baez Camargo dice: “Probable alusión a la pacificación del imperio persa tras la rendición de los rebeldes que se habían alzado contra Darío. La fecha de este suceso aparece en la inscripción de la roca de Behistún, y coincide con ‘el segundo año de Darío, en el mes undécimo…, el día veinticuatro’”.
Aplicación a la vida
Dios ha sido siempre fiel a su justicia y misericordia. Lo ha demostrado de diferentes maneras. El hombre de cualquier condición, raza o color, al contrario actúa de manera diferente dándole la espalda a Dios.
El apóstol Pablo lo manifiesta en su carta a los Romanos. ¿Hasta cuándo el hombre seguirá haciendo esto?
El mensaje de consuelo para Sion
El informe de los exploradores es desanimador desde una perspectiva humana. De lo que pudieron observar en el cumplimiento de su misión ellos informaron que toda la tierra que habían recorrido estaba reposada y tranquila. Este panorama resultaba muy deprimente para el pueblo de Israel, que estaba esperando ansioso la venganza contra sus enemigos.