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2 de Reyes 23: La reforma de Josías

2 de Reyes 23:33 El faraón Necao[ñ] lo tuvo preso en Ribla, en la provincia de Hamat, para que no reinara en Jerusalén, e impuso al país un tributo de cien talentos de plata y uno de oro.

2 de Reyes 23:34 Entonces el faraón Necao puso como rey a Eliaquim hijo de Josías, en lugar de Josías, su padre, y le cambió el nombre por el de Joacim.[o] A Joacaz lo tomó y se lo llevó a Egipto, donde murió.

El pueblo designó a Joacaz, uno de los hijos de Josías, para ser el siguiente rey de Judá. Pero Necao no estuvo contento con esa elección, y desterró a Joacaz a Egipto, donde murió. Necao entonces designó a Eliaquim, otro hijo de Josías, rey de Judá, cambiando su nombre a Joacim. Este no fue más que un gobernador títere. En 605 a.C. Egipto fue derrotado por Babilonia. Judá entonces se convirtió en vasallo de Babilonia.

Joacaz sucedió a su padre Josías como decimoséptimo rey de Judá. Ezequiel lo describió como un monarca malvado; sólo había gobernado 90 días cuando el Faraón Necao, rey de Egipto, lo tomó prisionero. El Jeremías que se menciona no es el famoso profeta Jeremías.

2 de Reyes 23:35 Joacim entregó al faraón la plata y el oro, pero tuvo que imponer una contribución al país para dar el dinero exigido por la orden del faraón, sacando la plata y el oro del pueblo de la tierra, según un estimado de la hacienda de cada uno, para darlo al faraón Necao.[p]

2 de Reyes 23:36 Reinado de Joacim (2 Cr 36.5-8) Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar y reinó once años en Jerusalén. El nombre de su madre era Zebuda, hija de Pedaías, de Ruma.

2 de Reyes 23:37 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que sus padres habían hecho.[q]

El decimoctavo gobernante de Judá fue Joacim (hermano de Joacaz). Su nombre real era Eliaquím, y actuó como una marioneta del Faraón Necao . Malvado como su hermano, puso en prisión al profeta Jeremías.

Si bien Josías siguió a Dios, Joacim, su hijo, fue malvado. Mató al profeta Urías y fue deshonesto, ambicioso e injusto con el pueblo. Joacim también se rebeló contra Babilonia, cambiando su alianza a Egipto. Esto demostró ser un error crucial. Nabucodonosor aplastó la rebelión de Joacim y lo llevó a Babilonia, pero a la larga se le permitió regresar a Jerusalén, donde murió. La Biblia no registra la causa de su muerte.

Muchos buenos reyes tuvieron hijos que no siguieron a Dios. Quizás fue por negligencia, preocupación por asuntos políticos y militares, o porque estos reyes delegaron la educación religiosa de sus hijos a otros. Sin duda, muchos de los hijos simplemente se rebelaron a la forma en que fueron criados. Ser un padre de creencias firmes no garantiza que sus hijos aprenderán sus convicciones. Se debe enseñar a los hijos acerca de la fe y los padres no deben atreverse a dejar esta tarea en manos de otros. Asegúrese de que usted practica, explica y enseña lo que predica.

Josías

Josías nunca conoció a su bisabuelo Ezequías, sin embargo, se parecían en muchas cosas. Ambos tuvieron una relación personal y cercana con Dios. Ambos fueron reformistas apasionados, pues se esforzaron con valentía para guiar al pueblo nuevamente a Dios. Ambos fueron luces brillantes de obediencia a Dios en medio de reyes con conciencias oscurecidas, que parecían inclinados a superarse entre sí en desobediencia y maldad.

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