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Eclesiastés 10: Excelencia de la sabiduría

Los versículos 12 al 15 enfocan el tema de la sabiduría y la necedad en el hablar, tema común entre los sabios

¿Quién se lo declarará?. El insensato habla de cosas que no entiende ( Si alguien se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debiera saber) . El duro trabajo fatiga al necio. El trabajo como ocupación placentera agrada al sabio y aun el duro trabajo, pero el necio, ¡ni aún sabe qué camino tomar para ir a la ciudad!.

Los versículos 16 y 17 contienen un ¡ay! y una bienaventuranza. El mejor comentario a estas palabras del Predicador se encuentra en 1 de Reyes 12:1-20 con el relato de la insensatez de Roboam. Por la pereza se hunde el techo. El perezoso es tema favorito de los sabios.

El alimento… el vino… el dinero. Simplemente observaciones sin que se abra juicio sobre el tema. Hay quienes unen las tres cosas en la traducción, p. ej.: “El pan es para disfrutarlo, y el vino para gozar de la vida; mas para eso hace falta dinero” (Dios Habla Hoy).

Porque las aves del cielo llevarán la voz. Es una figura que nos es familiar: “Me lo contó un pajarito.” Aquí hace referencia a algo mucho más serio: los déspotas disponen de espías que les pueden comunicar hasta las cosas que se creen más secretas.

Echa tu pan sobre las aguas. Se han dado a este proverbio dos interpretaciones: una de ellas tiene que ver con el comercio marítimo y sería una exhortación a arriesgarse en ellos ya que la recompensa es segura; la otra, con la generosidad en socorrer a los necesitados que a la larga traerá su recompensa.

Reparte a siete, y también a ocho. Como en el versículo anterior también este puede interpretarse de dos maneras: con referencia a tener más de una manera de ganarse la vida porque si uno tiene una sola manera, y esta fracasa, el fracaso es total; la otra interpretación sería una exhortación a ser generosos con nuestros bienes en toda circunstancia posible para asegurar la gratitud y la recompensa. Como pensaba el mayordomo injusto, solo que el Predicador se refiere al uso de los propios bienes. Puede referirse a la sabiduría de la diversificación y no limitarse a una la actividad o inversión.

Si las nubes se recargan de agua, derramarán…. Hay que tener para dar. Comparar con Eph_4:28 : … trabaje esforzadamente… para tener qué compartir con el que tenga necesidad. En el lugar donde caiga, allí quedará. Como un árbol permanece en la dirección en que ha caído, el sabio debe permanecer en la orientación que ha dado a su vida.

El que observa el viento… el que se queda mirando las nubes. El viento hace difícil la siembra que se hacía “al voleo”, la lluvia impide la cosecha. Quien teme una u otra cosa, ni sembrará ni segará, pero este temor es, a veces, el argumento de holgazán.

Como tú no comprendes… así no comprenderás. Para algunos la referencia es a la gestación de la vida humana en el vientre de la madre, para otros, teniendo en cuenta que la palabra para viento y para espíritu es en hebreo la misma, traducen: “Así como no sabes por dónde va el viento, ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre tampoco sabes nada…” (Dios Habla Hoy). La ignorancia del hombre con respecto a la obra de Dios es un tema aquí repetido.

En la mañana… por la tarde… porque tú no sabes. Al no conocer qué actitud tendrá éxito hay que mostrarse diligente en todo momento, pero confiando en Dios. Es como el refrán castellano: “A Dios orando y con el mazo dando.”

Los versículos 7 y 8 son una introducción al capítulo final. Agradable es la luz y bueno el sol, pero también hay días de tinieblas. Lejos está el Predicador de pensar que los días de tinieblas, que inexorablemente han de llegar, resten su alegría a los días de luz. Refleja una concepción positiva, pero realista, de la vida.

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