Gén 19:1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo,
La puerta de la ciudad era el lugar donde se reunían los funcionarios y otras personas para discutir los temas de actualidad y para realizar transacciones comerciales. Era un lugar donde se demostraba autoridad y posición, donde uno podía ver y ser visto. Evidentemente Lot tenía una posición importante en el gobierno o estaba relacionado con alguien que la tenía, ya que cuando llegaron los ángeles lo encontraron en la puerta de la ciudad. Quizá por eso Lot no quería salir de Sodoma,
Gén 19:2 y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche.
Gén 19:3 Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
Panes sin levadura es una señal de que esa comida se preparaba fácilmente.
Gén 19:4 Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
Gén 19:5 Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.
Los hombres de la ciudad querían abusar de los visitantes de Lot de una forma sádica y homosexual. La homosexualidad es la única razón que aquí se ofrece para el castigo de Sodoma; lo confirma, aunque añade otros motivos. Las costumbres demandaban que los viajeros no fueran atacados. Ello fue más tarde codificado en la Ley Mosaica, y la homosexualidad debía ser castigada con la muerte
Gén 19:6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí,
Gén 19:7 y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
Gén 19:8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
Tengo dos hijas : La virtud de la hospitalidad transformada en una conducta viciosa increíble. El siguiente paso de Lot habría sido arriesgar, de ser necesario, su propia vida para proteger a sus huéspedes.
¿Cómo puede un padre dar sus hijas para que las ultraje salvajemente una multitud de pervertidos sólo por proteger a dos extraños? Posiblemente Lot pensaba que podría salvar a sus hijas y a los visitantes. Tal vez esperaba que los novios de las muchachas pudieran rescatarlas o que aquellos homosexuales no estuvieran interesados en las muchachas y simplemente se fueran. Aun cuando era la costumbre de esa época proteger a sus huéspedes a cualquier precio, esta terrible sugerencia revelaba qué tan profundamente había absorbido Lot el pecado. Se había endurecido ante los actos perversos de una ciudad malvada. Cualquiera que haya sido el motivo de Lot, vemos aquí una ilustración de la terrible maldad de Sodoma, una maldad tan grande que Dios tuvo que destruir la ciudad entera.
Gén 19:9 Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta.