Oseas 13:10 ¿Dónde está tu rey para que te salve?, ¿y tus jefes para que te protejan? ¿No decías: «Dame un rey y unos jefes»?»
La sucesión de reyes humanos, desde Saúl en adelante, fracasó como representativa de Dios, el verdadero Rey de Israel.
Oseas 13:11 Te di un rey para que no me molestaras más, y ahora te lo quito porque ya me aburriste.
Dios había advertido a Israel que los reyes le provocarían más problemas de los que podían resolver y de mala gana les dio a Saúl como rey (1Sa_8:4-22). David fue un buen rey y Salomón tuvo sus puntos fuertes, pero una vez que la nación se dividió en dos, el reino del norte nunca tuvo otro buen gobernante. Los reyes malvados llevaron a la nación a hundirse en la idolatría y a alianza políticas necias. Los asesinatos se hicieron comunes, y las ciudades y los caminos se volvieron más inseguros. A la larga, los reyes malvados destruyeron la nación; con el rey Oseas terminaron los reyes malvados.
Oseas 13:12 La falta de Efraím es mantenida en reserva y se guarda en un lugar seguro su pecado.
Los pecados de Efraín (Israel) quedaron registrados para un juicio posterior. Este no fue un caso especial. Todos nuestros pecados son conocidos y serán revelados en el Día del Juicio.
Oseas 13:13 Le llegan los dolores de parto y el niño está listo para nacer; mas no sale, pues es un hijo tarado.
Como un niño no sabio en el proceso del parto, Israel se negaba a nacer a una nueva vida.
Oseas 13:14 ¿Yo los libraré del poder del sepulcro? ¿Yo los salvaré de la Muerte? ¡No! ¿Dónde están, oh Muerte, tus plagas? ¿Dónde están, oh Sepulcro, tus azotes? No quiero tenerles más compasión.
Dios no sólo los salvará de la mano del Seol y la muerte , sino que los librará de estas amenazas. Dios puede rescatar a su pueblo del peligro de la extinción en tierras de exilio en época de Oseas; y como Pablo indica en 1 de Corintios 15:15, Dios puede de una vez por todas remover la inminente amenaza de muerte, sobre la base de la victoria conquistada a través de la resurrección de Cristo.
Seol, sheol: La tumba, el dominio de los muertos, ultratumba, el infierno. Este sustantivo aparece 65 veces y su uso es lo suficientemente amplio como para incluir la tumba visible que alberga un cadáver y el abismo, ese mundo invisible hacia donde va el alma en el momento de la muerte. El significado de «tumba» se pone de manifiesto en Genesis 37:35; 42:38 y 1 de Reyes 2:6. Sheol aparece como el dominio de las almas separadas de los cuerpos en pasajes tales como Salmo 9:17; 16:10; 55:15; 139:8; Isaias 14:9-11; Ezequiel 31:15-17; 32:21. Se presume que la raíz de sheol es shaal, que quiere decir: «preguntar, demandar, requerir». Por lo tanto, el «infierno» es un insaciable y codicioso devorador de seres humanos, nunca está plenamente lleno o satisfecho, sino que siempre pide más. La promesa de Dios en este versículo es que salvará a su pueblo del poder del sheol y que, al final, lo destruirá.
El apóstol Pablo tomó este pasaje para enseñar sobre la resurrección. Para los que han confiado en Cristo en cuanto a la salvación, la muerte no tiene el mismo significado. Un día, la muerte acabará.
Oseas 13:15 Efraím creció más que sus hermanos, pero sobre él pasará el viento del este, el soplo de Yavé subirá del desierto; se secarán sus vertientes y se agotará su manantial; consumirá su tierra y todas sus riquezas.