Proverbios 28:1 El impío huye sin que nadie lo persiga, mas los justos están confiados como un león.
Proverbios 28:2 Por la transgresión de la tierra, muchos son sus príncipes; pero por el hombre entendido y de conocimiento permanece estable.
Para que un gobierno o sociedad perdure, necesita líderes sabios e informados, y estos son difíciles de encontrar. «Sus príncipes son muchos» quizás signifique que la anarquía prevalece. Pronto el egoísmo de cada persona afecta a los demás. Un empleado egoísta que roba a su compañía deteriora la eficiencia de la misma. Un chofer egoísta que bebe antes de conducir convierte las carreteras en inseguras. Un cónyuge egoísta que adultera, a menudo rompe varias familias. Cuando mucha gente vive para sí con muy poco interés en cómo sus acciones afectan a otros, la corrupción moral resultante puede hacer que una nación se venga abajo. ¿Es usted parte del problema… o de la solución?
Proverbios 28:3 El pobre que oprime a los humildes es como lluvia torrencial que no deja pan.
Proverbios 28:4 Los que abandonan la ley alaban a los impíos, pero los que guardan la ley luchan contra ellos.
Proverbios 28:5 Los hombres malvados no entienden de justicia, mas los que buscan al Señor lo entienden todo.
Debido a que el juicio es parte del carácter de Dios, quien lo sigue trata a los demás con juicio. El principio del juicio es entender todo lo que le sucede a los demás. Un cristiano no puede ser indiferente al sufrimiento humano, debido a que Dios no lo es. Y sin dudas no debemos contribuir al sufrimiento humano mediante negocios egoístas ni de políticas injustas del gobierno. Preocúpese más por la razón que por las ventajas que pueda sacar.
Proverbios 28:6 Mejor es el pobre que anda en su integridad, que el que es torcido, aunque sea rico.
Proverbios 28:7 El que guarda la ley es hijo entendido, pero el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
Proverbios 28:8 El que aumenta su riqueza por interés y usura, la recoge para el que se apiada de los pobres.
De los pobres las aumenta : Esto es un eco de la verdad; según la cuenta de Dios, las riquezas del mundo terminarán en manos del justo.
Proverbios 28:9 Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación.
Dios no escucha nuestras oraciones si intentamos volver al pecado en cuanto levantamos las rodillas del piso. Sin embargo, si queremos abandonar el pecado y seguir a Dios, nos escuchará gustoso por grave que haya sido el pecado. Lo que cierra sus oídos no es la seriedad del pecado, sino la secreta intención de volverlo a hacer.
Proverbios 28:10 El que extravía a los rectos por el mal camino, en su propia fosa caerá; pero los íntegros heredarán el bien.
Proverbios 28:11 El rico es sabio ante sus propios ojos, mas el pobre que es entendido, lo sondea.