Salmo 104:1 Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, cuán grande eres; te has vestido de esplendor y de majestad,
Bendice , alma mía , a Jehová : En este himno dedicado a la creación el compositor descubre, observando la naturaleza, lo mismo que otros pueblos, como el egipcio, habían descubierto, con una excepción: El salmista atribuye todo lo que ve en ella a su verdadero creador, Jehová.
Este salmo es un resumen poético de cómo Dios creó al mundo, según se narra en Génesis 1. Lo que Dios creó cada día lo menciona el salmista como una razón para alabar a Dios. En el primer día, Dios creó la luz. El segundo día, el cielo y las aguas. El tercer día, la tierra y la vegetación. El cuarto día, el sol, la luna y las estrellas. El quinto día los peces y las aves. Y el sexto día creó los animales, el hombre y el alimento para sustentarlos. La creación de Dios merece la alabanza de todos los pueblos.
Salmo 104:2 cubriéndote de luz como con un manto, extendiendo los cielos como una cortina.
Salmo 104:3 El es el que pone las vigas de sus altos aposentos en las aguas; el que hace de las nubes su carroza; el que anda sobre las alas del viento;
Salmo 104:4 que hace de los vientos sus mensajeros, y de las llamas de fuego sus ministros.
Esto es citado en Hebreos 1:7 para mostrar que los ángeles eran seres creados inferiores a Jesús.
Salmo 104:5 El estableció la tierra sobre sus cimientos, para que jamás sea sacudida.
El planeta estaba originalmente cubierto por las aguas , que retrocedieron para que apareciera la tierra firme. La tierra está construida sobre los cimientos de Dios. «No será jamás removida» por ningún otro que no sea Dios. Aun cuando un día los cielos y la tierra se destruirán, El creará nuevos cielos y tierra que permanecerán para siempre. El mismo poder que sostiene al mundo ofrece también un fundamento firme para los creyentes.
Salmo 104:6 La cubriste con el abismo como con un vestido; las aguas estaban sobre los montes.
Salmo 104:7 A tu reprensión huyeron; al sonido de tu trueno se precipitaron.
Salmo 104:8 Se levantaron los montes, se hundieron los valles, al lugar que tú estableciste para ellos.
Salmo 104:9 Pusiste un límite que no pueden cruzar, para que no vuelvan a cubrir la tierra.
Salmo 104:10 El hace brotar manantiales en los valles, corren entre los montes;
Salmo 104:11 dan de beber a todas las bestias del campo, los asnos monteses mitigan su sed.
Salmo 104:12 Junto a ellos habitan las aves de los cielos, elevan sus trinos entre las ramas.
Que las aves y otros animales son sostenidos por los inescrutables designios de Dios, se destaca de nuevo en el NT para que tengamos fe en que Dios satisfará nuestras necesidades cotidianas.