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Apocalipsis 14: Los que son del padre

Este pasaje empieza con una descripción maravillosa de la voz de Dios.

(i) Era como el sonido de muchas aguas. Aquí se nos recuerda el poder de la voz de Dios, porque no hay poder como la embestida de olas montañosas sobre las playas o los acantilados.

(ii) Era como el retumbar de un trueno imponente. Aquí se nos recuerda la inconfundibilidad de la voz de Dios. No se puede evitar oír el rugido del trueno.

(iii) Era como la música de arpistas que estuvieran tañendo sus arpas. Aquí se nos recuerda la melodía de la voz de Dios. Hay en ella la gracia noble de la música suave que calma el corazón angustiado.

La compañía del Cordero estaba cantando un himno que solo ellos podían aprender. Aquí tenemos una verdad que corre por toda la vida. Para aprender ciertas cosas uno tiene que ser una cierta clase de persona. Los de la compañía del Cordero podían aprender el himno nuevo porque habían pasado por ciertas experiencias.

(a) Habían sufrido. Hay ciertas cosas que solo el dolor nos puede enseñar. Como alguien puso en la boca de los poetas: «Aprendimos en la aflicción lo que enseñamos en la canción.» La aflicción puede producir resentimiento, pero también fe y paz y un himno nuevo.

(b) Habían vivido en fidelidad. Está claro que, conforme pasan los años, el Maestro estará más cerca de sus fieles seguidores, y estos de Él; entonces les podrá enseñar cosas que los infieles o los seguidores intermitentes no pueden aprender.

(c) Esta es otra manera de decir que los de la compañía del Cordero han hecho un progreso constante en el crecimiento espiritual. Un maestro puede enseñarles cosas más profundas a los estudiantes maduros que a los principiantes inmaduros. Y Jesucristo puede revelar más tesoros de sabiduría a los que crecen en Su semejanza día a día. Un cristianismo estático es la tragedia de muchos.

La flor más preciosa

Estos son los que no se han contaminado con mujeres, porque son vírgenes.

Tomamos este medio versículo separadamente porque es uno de los dichos más difíciles de todo el Apocalipsis, y tiene una importancia capital el tener claro su sentido. Describe la pureza inmaculada de los que forman la compañía del Cordero; pero, ¿en qué consiste esa pureza?

(i) ¿Describe a los que han sido castos en sus relaciones sexuales? Difícilmente puede ser ese el caso, porque las personas en cuestión se describen, no solo como puras, sino como vírgenes, es decir, como los que no han conocido nunca la relación sexual.

(ii) ¿Describe a los que se han guardado del adulterio espiritual, es decir, de toda infidelidad a Jesucristo? Una y otra vez encontramos en el Antiguo Testamento que se dice del pueblo de Israel que se han prostituido con dioses extraños (Éxodo 34: I5; Deuteronomio 31:16; Jueces 2:17; 8:27, 33; Oseas 9:1). Pero este pasaje no suena a alegórico.

(iii) ¿Describe a los que han permanecido célibes? Estaban próximos los días en que la Iglesia había de glorificar la virginidad y mantener que la vida cristiana más elevada no les era posible nada más que a los que renunciaban totalmente al matrimonio. Los gnósticos mantenían que « el matrimonio y el engendrar eran cosas de Satanás.» Taciano mantenía que « el matrimonio es corrupción y fornicación.» Marción fundó iglesias para los que eran célibes, en las que se impedía la entrada a los que no lo fueran. Uno de los mayores padres de la Iglesia, Orígenes, se castró voluntariamente para estar seguro de mantener una virginidad perpetua. En Los hechos de Pablo y Tecla (11), Demas acusa a Pablo de « privar a los hombres jóvenes de esposa, y a las solteras de marido diciendo que el mantenerse casto e imponer castidad a la carne es la única manera de participar de la Resurrección.» Hay un informe de un juicio romano (Ruinart: Actas de los mártires, 27 de abril, 304) en el que se describe a los cristianos como « personas que se imponen a las mujercillas insensatas y les dicen que no se deben casar y las persuaden a adoptar una castidad ilusoria.» Este es precisamente el espíritu que había de engendrar los monasterios y los conventos, implicando que todo lo que tenga que ver con el sexo es pecado.

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