Judas: Lo que quiere decir ser cristiano
Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, envía esta carta a los llamados, que son amados en Dios y guardados por Jesucristo. Que la misericordia y la paz y el amor se os multipliquen. Pocas cosas dicen tanto de una persona como la manera como habla de sí misma; pocas cosas son tan reveladoras como los títulos por los que desea que le conozcan. Judas se llama a sí mismo siervo de Jesucristo y hermano de Santiago. Así nos dice dos cosas acerca de sí mismo.
(i) Judas era un hombre que estaba contento con ocupar un segundo lugar. No era tan conocido como Santiago; y se contentaba con que le conocieran como el hermano de Santiago. En esto se parecía a Andrés, que era el hermano de Simón Pedro (Juan 6:8). También él se identificaba por su relación con un hermano más famoso que él. Judas y Andrés podrían haber sentido rencor por vivir a la sombra de sus hermanos; pero los dos tenían el don de aceptar con buena voluntad el lugar subordinado.
(ii) El único título de honor que Judas se permitía era el de siervo de Jesucristo. En griego es dulos, que quiere decir esclavo más que siervo o servidor. Es decir: Judas consideraba que no tenía más que un objetivo y una distinción en la vida: el estar siempre a disposición de Jesús para servirle en Su causa. La más grande gloria que ningún cristiano puede alcanzar es la de serle útil a Jesucristo.
En esta introducción usa Judas tres palabras para describir a los cristianos.
(i) Los cristianos son personas a las que Dios ha llamado. En griego llamar es kalein; y kalein tiene tres grandes áreas de uso.
(a) Es la palabra que se usa para convocar a una persona a una misión, a un deber, a una responsabilidad. El cristiano es llamado a un deber, a una responsabilidad en el servicio de Cristo.
(b) Es la palabra que se usa para invitar a una persona a una fiesta o a una celebración. Es la palabra para una invitación a una ocasión alegre. Un cristiano es una persona que ha sido invitada a la alegría de ser huésped de Dios.
(c) Es la palabra para citar a una persona a juicio. Es la palabra para convocar auna persona a rendir cuentas. El cristiano está convocado para presentarse ante el tribunal de Cristo.
(ii) Los cristianos son personas a las que Dios ama. Es este gran hecho el que determina la naturaleza de la llamada. La llamada a las personas es para ser amadas y para amar. Dios llama a las personas a una tarea, pero esa tarea es un honor y no una carga. Dios llama a las personas a un servicio; pero es el servicio de la solidaridad, no de la tiranía. Por último, Dios llama a las personas a juicio; pero es el juicio del amor, y no solo de la justicia.
(iii) Los cristianos son personas a las que Cristo guarda. El cristiano no está nunca abandonado; Cristo es su constante centinela y su compañero de viaje.
La llamada de Dios
Antes de pasar a otro pasaje, pensemos un poco más sobre la llamada de Dios, y tratemos de ver algo de lo que quiere decir.
(i) Pablo habla de ser llamado para ser apóstol (Romanos 1:1; 1 Corintios 1:1). La palabra que usa en griego es apóstolos, que viene del verbo apostellein, enviar, y por tanto un apóstol es uno que es enviado. Es decir: que un cristiano es embajador de Cristo. Es enviado al mundo para› hablar de Cristo, para actuar por Cristo, para vivir para Cristo. Mediante su vida presenta a Cristo a otras personas.
(ii) Pablo habla de ser llamados para ser santos (Romanos 1:7; 1 Corintios 1:2). La palabra para santo es haguios, que quiere decir literalmente diferente. El sábado es santo porque es diferente de los demás días; Dios es supremamente Santo porque es absolutamente diferente de los hombres. El ser llamados para ser santos es ser llamados para ser diferentes. El mundo tiene sus propios baremos, y sus propias escalas de valores. La diferencia para el cristiano consiste en que Cristo es el único estándar, y la lealtad a Cristo, el único valor.