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Salmo 78: Aprendamos de la historia

Salmo 78:1 Masquil de Asaf. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

El pueblo de Israel se rebeló y no fue fiel a Dios, se olvidó de las maravillas que hizo, puso a prueba a Dios al hacerle demandas (78.18), mintieron y trataron de adularlo y siguieron olvidándolo aun cuando hizo grandes obras en su beneficio. Esto aparece en la Palabra de Dios para que no cometamos los mismos errores. En 1 de Corintios 10:5-12, Pablo usa esta clásica historia de la infidelidad de Israel para advertir a los primeros cristianos a ser fieles.

Salmo 78:2 En parábolas abriré mi boca; hablaré proverbios de la antigüedad,

Esto lo cita Mateo en relación con el uso de parábolas por Jesús. Es la misma palabra hebrea (mashal) que se traduce como «proverbio» en el libro de los Proverbios y significa «comparación».

Salmo 78:3 que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado.

Salmo 78:4 No lo ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, su poder y las maravillas que hizo.

Es muy importante que los padres conduzcan a sus hijos a la fe. Esta debe ser siempre la fuente primaria de la instrucción religiosa.

Salmo 78:5 Porque El estableció un testimonio en Jacob, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos;

Dios ordenó que sus leyes y estos hechos poderosos en la historia de Israel se trasmitieran de padres a hijos. Esto muestra el propósito y la importancia de la educación religiosa: ayudar a cada generación a obedecer a Dios y a depositar su esperanza en El. Es importante evitar que los niños repitan los mismos errores que sus antepasados. ¿Qué hace usted para trasmitir a la próxima generación la historia de la obra de Dios en el mundo?

Salmo 78:6 para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer; y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos,

Salmo 78:7 para que ellos pusieran su confianza en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus mandamientos;

Salmo 78:8 y no fueran como sus padres, una generación porfiada y rebelde, generación que no preparó su corazón, y cuyo espíritu no fue fiel a Dios.

Salmo 78:9 Los hijos de Efraín eran arqueros bien equipados, pero volvieron las espaldas el día de la batalla.

El autor parece favorecer a Judá, una tribu meridional, y no a Efraín , una tribu norteña, lo que implica que esto fue escrito después de que el reino de Israel se dividió a causa de la rebelión de Jeroboam.

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